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Arcos

Preciosista exposición evangélica de la mano del Prendimiento

El Cristo de Santa María recorre las calles bajo la mirada de admiración de propios y extraños

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  • Procesión del Prendimiento. -

La hermandad de Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder en su Prendimiento y María Santísima del Amor y Desconsuelo vivió una salida procesional magnífica con un tiempo meteorológico aliado que provocó una vez más el lleno habitual en los alrededores de la Basílica Menor de Santa María de la Asunción.


Cristo se presentó a la vista de todo inmaculado, atado de manos, con túnica blanca y con sus característicos soldado romano y Judas con la bolsa de las monedas de la traición. Fue la banda del Dulce Nombre de Marchena la que pondría la música a este desfile plagado de detalles, entre ellos y como novedad, la nueva ropa del cuerpo de acólitos que desfila delante del paso de Cristo portando los ciriales y otros elementos litúrgicos.  La procesión se lució especialmente tanto en su salida como a su paso por la calle Corredera, donde el paso fue detenido por los capataces Carlos López y Pauli,  como viene siendo tradicional a las puertas de la iglesia de San Juan de Dios, cuya fachada luce los carteles gigantes conmemorativos del 475 aniversario de la fundación de la hermandad de la Vera Cruz.


El paso del Señor fue exornado con un friso de claveles rojos, con el estilo sobrio que caracteriza a la hermandad. Este año, más allá de los estrenos, el gran acontecimiento de la cofradía ha sido la adquisición de una nueva talla para la advocación de Nuestra Señora del Amor y Desconsuelo, la cual fue presentada hace una semanas al pueblo de Arcos en una solemne misa celebrada en Santa María. La idea objetivo de la hermandad es que la nueva imagen de la Virgen pueda desfilar en procesión en próximos años, un proyecto que aún debe madurar pero que, no obstante, ya es esperado con ilusión por los hermanos y pueblo en general.



La Iglesia estuvo representada por el párroco de Santa María, el padre Jesús Lozano Pozo, y el joven sacerdote arcense Pedro Antonio Lozano Ramírez.


El Prendimiento, con sus nazarenos de blanco y rojo acompañándoles en penitencia, dio un Domingo de Ramos más una magistral lección evangélica, evocando el terrible momento donde Jesús fue apresado para comenzar a sufrir su martirio.

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