Los hoteles de la ciudad podrían situarse desde este Miércoles Santo casi al cien por cien de ocupación a tenor de las previsiones que maneja la recientemente constituida Asociación de Hosteleros de Arcos (Aethar). De hecho, establecimientos como el Parador de Turismo se encontraría prácticamente lleno desde hace unos días.
El buen tiempo y el cada vez más buscado turismo de interior están ayudando a que la Semana Santa sea, con independencia de su carácter religioso, un acontecimiento económico por la mano de obra que genera, principalmente en los establecimientos de restauración que, en algunos casos, se ven desbordados ante la avalancha de turistas y vecinos.
Sin embargo, en inicio de la Semana Santa no ha sido todo lo favorable que habría gustado al sector, pues hasta ayer mismo había hoteles al cincuenta por ciento, incluso alguno con apenas un diez, debido a que el turismo ha elegido la playa como principal destino durante el arranque de la semana vacacional.
La cada vez más apreciada calidad del sector, unido a los encantos intrínsecos al casco antiguo, la oferta deportiva del lago y también el buen clima han sido factores fundamentales para que, una vez más, Arcos sea un destino de prima en Semana Santa. Sin olvidar, por supuesto, la belleza que atesora la celebración de las procesiones de Semana Santa en el Arcos histórico.
Según el presidente, de Aethar, Manuel Ramírez, la ocupación será estos días en la mayoría de hoteles del 95 por ciento. “Esto supone beneficios para Arcos, porque el turista tiene que dormir, comer, hacer alguna compra... Los hoteles son fundamentales para el desarrollo turístico de Arcos”. Aunque Semana Santa ‘pinte’ bien para el sector, el gran problema que arrastra la actividad turística se centra en la estacionalidad del visitante, que en este sentido no encontraría a priori las comodidades y los encantos que los retuvieran en la ciudad más tiempo.
Sin embargo, establecimientos como el Parador estarían preparando ya sus propios espectáculos flamencos para agasajar al turista. Sin embargo, Arcos de la Frontera, no como todas las ciudades de la provincia, puede presumir de turismo, de miles de visitantes que, más o menos tiempo, disfrutan de una ciudad cuya belleza salta a la vista.
