Un total de ocho civiles de una misma familia heridos, entre ellos dos niños, dejó un ataque con explosivos contra miembros del Ejército colombiano en la localidad de Hacarí, en el departamento de Norte de Santander (noreste), limítrofe con Venezuela, denunciaron hoy fuentes oficiales.
El ataque, atribuido por militares a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), fue perpetrado contra unidades del Batallón Santander en la zona rural de Guayabal, perteneciente a Hacarí, municipio situado unos 250 kilómetros al noroeste de Cúcuta, la capital regional.
Uno de los artefactos lanzados hizo explosión en una vivienda situada a un centenar de metros del lugar donde estaban acantonados los militares, causando las heridas a los civiles, denunció la Defensoría del Pueblo, que consideró el ataque como "una infracción al Derecho Internacional Humanitario (DIH)".
La Defensoría condenó el hecho "debido a que los responsables utilizaron armas no convencionales con efectos indiscriminados contra personas y bienes civiles protegidos por el DIH, particularmente menores de edad", señaló la entidad en un comunicado.
La información agregó que los heridos, dos de ellos en estado grave, fueron trasladados en helicóptero a Ocaña, la principal ciudad de la zona, y a Cúcuta.
En la zona donde se produjo el ataque operan especialmente el ELN y un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL) que, según las autoridades, se dedica al narcotráfico para financiar sus actividades.
"La Defensoría permanece atenta a las investigaciones de las autoridades para determinar la autoría de este ataque, en una zona donde hacen presencia grupos armados como la guerrilla del ELN y un reducto del EPL", añadió el comunicado.
Sin embargo, el Comandante de la Brigada 30 del Ejército, coronel Marcos Pinto, dijo que el ataque fue cometido por una compañía del ELN, grupo que desde hace 15 meses está en diálogos "exploratorios" con el Gobierno para ver si es posible iniciar un proceso de paz.
