La responsable del centro cree que, “no nos mudemos y seguiremos compartiendo estas instalaciones”.
Monje destacó que, por parte de la dirección del instituto “se mantiene un diálogo constante y existe una buena relación y todo funciona con los lógicos inconvenientes”, derivados de compartir dependencias, “tales como el horario de la limpieza del centro, por lo que las clases del conservatorio se inician de forma escalonada, para que el equipo de limpieza del instituto pueda desempeñar sus funciones”.
Mientras, añadió la directora del conservatorio, “nuestro equipo de limpieza hace lo propio en nuestras aulas por las noches”. En cualquier caso, Ana Monje confía en que, cualquier tipo de acuerdo que se lleve a cabo “esté firmado antes de las próximas vacaciones de verano, para poder establecer nuestras funciones, de cara al próximo curso académico”.
Más espacio
Por su parte, el presidente de la Asociación de Padres de Alumnos (AMPA) del conservatorio, Juan José González, destaca que, desde el pasado curso, los progenitores “gestionamos la posibilidad de que la asociación Nido vacío no utilice algunas aulas por las tardes, porque esto propicia que el horario de tarde esté saturado”.
Aunque hay que destacar que este espacio se habilitó antes de la llegada del conservatorio, la AMPA considera necesario que el centro “utilice estas aulas por las tardes”.
Además, los progenitores aseveran que la “actual directiva del instituto Miguel Hernández se inventa actividades para, de esta forma, ocupar las aulas, que después no se utilizan, mientras nosotros estamos batallando para poder ocuparlas, por la falta de espacio que padecemos”.
Por tanto, Juan José González manifestó que los padres de alumnos, “si vemos que el curso próximo no tenemos estas instalaciones y todo sigue igual que este año, iniciaríamos movilizaciones”.