Barcelona se ha echado a la calle otra vez para brindar con sus héroes deportivos el triplete que redondeó el FC Barcelona con la consecución de la Liga de Campeones, la quinta en su historia, que ya provocó anoche que unos 50.000 aficionados se citasen en los alrededores de la parte alta de la Rambla, junto a la emblemática fuente de Canaletas.
Hoy, ya con el equipo azulgrana en la Ciudad Condal, han sido cientos de miles de aficionados los que han saludado a los jugadores en el recorrido de un desfile que ha arrancado puntual a las 19:00 horas (17:00 GMT) en la estación del Norte y que, justo a punto de ponerse en marcha, se ha topado con una muchedumbre que ha obligado a las dos hileras de policía que custodian el autocar del equipo a ensanchar la vía.
Leo Messi ha sido el jugador más aclamado por los aficionados, que han invadido las aceras del largo recorrido por las calles céntricas de la ciudad, hasta provocar que, como ya es habitual, la programación se haya alterado.
Además de Messi, otro de los protagonistas ha sido nuevamente Gerard Piqué, el más animado de los jugadores que en el primer autocar descapotable y en la parte superior hacía bailar a los suyos y los aficionados.
Las abarrotadas calles de Barcelona han visto circular una larga comitiva comandada por el autocar de los jugadores, que llevaba en la parte alta y frontal las tres copas que ha ganado el conjunto catalán esta temporada: la Liga, la Copa del Rey y la Liga de Campeones.
Además, el autocar llevaba escrito en su frontal "Campions" (campeones), "Segon #TRIPL3T" (segundo triplete) y "Seguim Fent Història!" (seguimos haciendo historia).
De hecho, eran la vigésima tercera Liga, la vigésima séptima Copa del Rey y la quinta Liga de Campeones, en un momento muy exitoso de la historia del club, en el que ha logrado seis años después repetir el triplete que en 2009 firmó el Barça que entrenaba Josep Guardiola.
Ahora, el Barça vitoreado por las calles de Barcelona ha sido el de Messi y Xavi, quien también ha sido uno de los grandes reclamos en el recorrido, y el del técnico Luis Enrique, cuyo nombre ha sido cantado en numerosas ocasiones por los aficionados, que siguen esperando, igual que el club, que se defina para continuar un año más y cumplir su contrato.
En el autocar de los jugadores, que antes del arranque del desfile ha servido como restaurante improvisado y en el que los futbolistas han devorado unas pizzas, no ha podido estar el chileno Claudio Bravo, quien ha avanzado su retorno a Chile para jugar la Copa América con su selección, que debuta el jueves.
No obstante, entre bebida y baile, el hambre ha hecho su aparición y Neymar no ha tenido ningún reparo de tomar una hamburguesa de un aficionado y compartirla con Messi.
La imagen de colorido no sólo la han puesto las miles de banderas que ondeaban al viento, sino los innumerables balcones engalanados con la bandera del Barça y de Cataluña, así como los centenares de kilos de confeti que se iban lanzado desde todos los autocares, también desde el que seguía a los jugadores, donde iban las animadoras de las secciones del Barcelona, las 'Dream Cheers'.
El autocar turístico ha tenido que ir haciendo numerosos parones por el gentío que había durante todo el recorrido y que en ocasiones ha hecho difícil el tránsito de la comitiva, que cerraba un camión musical.
Jugadores como Rakitic y Suárez, y el mismo Neymar, han vivido una jornada exhausta en un año inolvidable para ellos, especialmente para los dos primeros, que debutan en el Barça, aunque para todos ha resultado una experiencia única, por haber tocado el cielo con el triplete.
Enfundados en una camiseta conmemorativa, en la que el escudo del Barça tenía impreso un 3 para rememorar el triplete y con el lema 'Orgull de campions' (Orgullo de campeones), los jugadores no han decaído en su ánimo durante todo el recorrido, a pesar de que muchos no durmieron la pasada noche, tras la fiesta en Berlín tras la consecución de la Copa de Europa.
Después del desfile, la fiesta se traslada al Camp Nou, donde cerca de 70.000 aficionados han retirado su entrada para recibir a los campeones.
