El Hospital linense ya realizaba la mayor parte de intervenciones de este tipo por cirugía laparoscópica, aunque utilizaba tres puertos de entrada; es decir, “se hacían tres incisiones por las que se introducían la cámara y los instrumentos necesarios para trabajar”, ha explicado el jefe de servicio de cirugía, Miguel García. Desde este mes, se ha dado un paso adelante y sólo se realiza con un solo puerto de entrada que generalmente suele practicarse en cicatrices naturales del cuerpo, en este caso, el ombligo, a través del que se introduce todo el instrumental.
El doctor García ha destacado los importantes beneficios que la puesta en marcha de esta nueva técnica conlleva para el paciente intervenido, ya que la recuperación es mucho más rápida y se favorece su pronta incorporación a la actividad normal. Además, “acorta la necesidad de cuidados postquirúrgicos y disminuye la tasa de complicaciones postquirúrgicas y de infecciones nosocomiales”, ha señalado.
Todos los centros hospitalarios del sistema sanitario público andaluz cuentan con profesionales formados en la utilización de las técnicas de cirugía mayor ambulatoria. De hecho, fue pionero en la implantación de este procedimiento quirúrgico, incorporándose desde 1992 a los contratos programas de los centros hospitalarios.
Ventajas
Las múltiples ventajas de este procedimiento quirúrgico posibilitan un mayor grado de satisfacción con la asistencia recibida tanto por parte de los pacientes intervenidos como de sus familiares, tal y como señalan las encuestas de satisfacción realizadas al respecto.
Asimismo, la extensión de esta técnica quirúrgica supone una mayor eficiencia en la gestión de los recursos, puesto que la reducción de las estancias hospitalarias permite liberar camas que son utilizadas por otros enfermos que sí requieren hospitalización y conlleva también una disminución de los costes. De hecho, el uso de las técnicas de cirugía mayor ambulatoria puede evitar anualmente hasta medio millón de estancias hospitalarias.
