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Málaga

La accesibilidad de la EMT, una asignatura que está “atascada"

Crearán una mesa para abordar el protocolo de uso de la rampa manual en los buses de Málaga e instarán a los conductores a usar de forma obligatoria este mecanismo, si falla la rampa eléctrica. El comité de empresa ya se negó en julio pasado en un comunicado a usarla de "forma habitual".

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Una persona en silla de ruedas espera junto a una parada de autobus. El vehículo para, el resto de viandantes suben al interior pero, sorpresa, la rampa eléctrica no se despliega. O, una vez en el interior, el mecanismo no permite replegarla impidiendo seguir la marcha ¿Les suena? Son algunas de las quejas habituales entre las personas con movilidad reducida en Málaga, que lamentan que estos elementos que deberían facilitarles la vida les traigan, cada dos por tres, un quebradero de cabeza. Muchos de los autobuses van equipados con una rampa manual que, sin embargo, no todos los conductores despliegan para acabar con la pesadilla del pasajero con dificultades.

Un problema de accesibilidad que ahora el Ayuntamiento de Málaga abordará en una mesa de trabajo que se constituirá en breve con técnicos de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT), agentes sociales implicados y portavoces políticos, según aprobó el pleno del pasado viernes a propuesta de Málaga Ahora, que consiguió el compromiso municipal de dotar “de más medios mécanicos y humanos” al departamento de reparación de rampas “de forma inmediata”.

El Consistorio forzará a los conductores al uso de la rampa manual, si la eléctrica se estropea para acabar con discriminaciones en este medio de transporte. Precisamente, la pasada semana Viva Málaga se hacía eco de un episodio. Dos rampas averiadas en dos vehículos consecutivos, de las líneas 4 y 19, a su paso por Ortega y Gasset. En ninguno de los dos el conductor accionó la modalidad manual y el usuario acabó esperando a un nuevo vehículo.

La iniciativa de la formación que encabeza Ysabel Torralbo implicará la instalación de distintivos “bien visibles” que denoten la existencia de rampa manual y su funcionamiento, “tanto en las marquesinas como en el interior del propio autobús”. Es parte del plan estratégico de accesibilidad universal que la ciudad deberá elaborar para acabar con las barreras.

Negativa a usar la rampa manual

Una iniciativa que se topa de lleno con el rechazo del comité de empresa de la EMT, que ya en julio pasado emitía un comunicado  advirtiendo a sus conductores que, pese al anuncio de la empresa de la obligatoriedad de usar la rampa manual si no funciona la automática, “en ningún momento será obligatorio el uso de la rampa para acceso normalizado de personas con movilidad reducida”.

El sindicato insiste en que el uso de este mecanismo, que requeriría que el conductor se levante de su cabina para desplegarlo, “es extraordinario”. En el escrito, eso sí, contemplan la posibilidad de echar mano de la rampa manual “sólo en caso de que la rampa automática se averíe cuando el usuario se encuentre dentro”. “En ningún caso para el uso normal del servicio”, sentencian. Un escenario que ya anticipa enfrentamientos y un largo debate.

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