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PASSO pide y trabaja por el empleo

El presidente de la Asociación de Vecinos del Polígono del Valle, José Ignacio Gámez, demanda trabajo para los vecinos de un barrio con historia, con posibilidades, con gente solidaria y con proyectos de futuro que requieren que “las administraciones estén y no lo dejen desatendido”

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  • José Ignacio Gámez. -

El Polígono del Valle “no es un barrio histórico, pero sí tiene mucha historia” y toda la han escrito su gente, sus vecinos, los que llegaron para habitar los primeros bloques edificados en lo que  era un gran solar (en 1978 llegaron al barrio 1.656 familias a 2.128 viviendas), y los que hoy siguen residiendo en un barrio con múltiples servicios, que sólo necesita que sus vecinos tengan empleo.

Son capítulos de una vida en la que en los últimos 40 años ha estado la Asociación de Vecinos 'PASSO' (junio de 1976), en mayúscula por ser siglas que recuerdan al nombre de los bloques de vecinos (Polígono, Alcázar, Sagrada Familia, Santo Rostro y Obras Públicas), pero también por el trabajo que llevan realizando estas cuatro décadas, al lado de su gente, buscando soluciones y ofreciendo propuestas. Esta Asociación es el origen del movimiento vecinal de la capital y su provincia (junio de 1976) y su presidente, José Ignacio Gámez; junto con el vicepresidente, Miguel López, han compartido con VIVA JAÉN un desayuno informativo en el Parador para abordar la realidad social y económica de un barrio en el que residen alrededor de 14.000 personas y con una tasa de paro del 70%.

Ambos coincidieron en que el desempleo es el problema principal de un barrio en el que sus vecinos sienten cerca una Asociación  que siempre ha luchado, que lucha y luchará por acciones que palien la notable incidencia del paro en el Polígono del Valle, con programas de integración laboral y ayudando a las familias en riesgo de exclusión social, que no son pocas. Lo hacen con un centro de barrio creado en 1996 y que desde finales de 2015 lleva el nombre del desaparecido 'Antonio Liébanas Perabán', presidente de la Asociación desde sus orígenes y que inculcó el carácter reivindicativo que siempre ha diferenciado a PASSO del resto de asociaciones.
No pertenecen a ninguna de las tres federaciones de la capital y la intención, según su presidente, es seguir en esta línea. La experiencia les ha favorecido cuando han trabajado como Asociación junto con la 'comunidad de barrio' (parroquias, AMPAS, centro salud, Servicios Sociales del Ayuntamiento, la Cruz Roja, la Fundación Proyecto Don Bosco y las dos asociaciones vecinales). Un ejemplo es la Olla Comunitaria, creada en 2013, y en la que vecinos atienden a 70 familias del barrio que lo están pasando “realmente mal”. Es un ejemplo de la generosidad de su gente, la que ha contagiado PASSO, con una junta directiva volcada e involucrada, con ilusión, muchas ganas, y sobre todo con la esperanza de que “si se quiere, se puede”.


El barrio suma muchos servicios y desde la Asociación trabajarán para que el Polígono del Valle se beneficie de la cercanía del campus universitario y del próximo centro comercial impulsado por Alvores en Las Lagunillas (Jaén Plaza). “No queremos quedarnos como barrio de paso”, dijo Gámez.

La población del Polígono ha aumentado en los últimos años. La crisis motivó que los hijos que se fueron hayan vuelto a casa de los padres. El “empobrecimiento” de los vecinos también se debió a la caída del empleo en el sector de la construcción. “En un bloque de 16 viviendas, en cinco de ellas todos están parados, en siete no tiene nadie ingreso, en dos viven jubilados con una carga familiar que no pueden afrontar por sus ingresos y en dos tienen empleo, pero es precario”, resumió Gámez.
PASSO, con trescientos socios pero casi seiscientas personas activas, destaca por su actividad reivindicativa, asociativa y de colaboración con las entidades y grupos del barrio. Sin embargo, sienten lejos a las administraciones, que “se han despreocupado de la atención a un barrio que requiere medidas urgentes”. Entre otras, un PER urbano, programas de empleo, puesta al día del salario social, un baremo objetivo de la concesión de ayudas de emergencia municipales y abordar el problema de la pobreza energética y la carencia de servicios básicos de las familias.

Para ambos, las administraciones “no quieren”, pero los vecinos sí; y si administraciones y Asociación pudieran trabajar al unísono, la mejora social, urbanística y económica del barrio sería el resultado. “No pedimos que nos hagan las cosas, sólo que nos ayuden. Es posible hacer las cosas porque hay gente dispuesta a hacerlo. El barrio siempre ha contado con sus vecinos para sacar adelante los proyectos”, dijeron. 

Sería para cuestiones como el apoyo al deporte base, “con convenios de colaboración y mantenimiento de las pistas deportivas, con dotación económica para ello y la asignación de monitores deportivos que colaboren en la formación de los usuarios”, dijeron.  PASSO mantiene las pistas con recursos propios, pero su situación económica es “muy limitada”.

Recordaron “la mala experiencia con el anterior equipo de Gobierno” de José Enrique Fernández de Moya y confían en el nuevo talante del actual alcalde, con el que esperan reunirse pronto. “El desinterés de las administraciones se ve en zonas del barrio que no debemos de permitir que se conviertan en guetos”, dijeron.

Esperanza por un Polígono del Valle como área de regeneración

Las necesidades del Polígono del Valle en materia de infraestructuras han encontrado una “esperanza” con la declaración del barrio por la Junta de Andalucía como ámbito de regeneración. Se ha incluido como Área de Regeneración y Renovación Urbana  (ARRU), dentro el Plan Estatal de Vivienda y Rehabilitación, que se afrontará a través de la Consejería de Fomento. Supondrá una inversión de dos millones de euros en mejora de infraestructuras y creará empleo entre los vecinos del barrio. “Lo más importante es que al estar incluidos, el año que viene puede llegar al Polígono del Valle más inversión y trabajo”, se congratularon.

Gámez y López coincidieron en que “los problemas en el barrio se han originado por no haber acometido obras de mantenimiento”. Ahora las actuaciones “requieren grandes inversiones y no hay dinero suficiente para actuar”. Ejemplo de la inactividad municipal en obras de mejora para el barrio y de “falta de atención” es la situación del sector 8, cuyo arreglo llevan solicitando muchos años. En el último lustro,  la única obra que se ha realizado ha sido en el sector 6, que se ha asfaltado recientemente. Aún así, el Polígono del Valle necesita un “plan integral de mantenimiento, el estudio y la puesta en marcha de un plan de mejora y modernización de las canalizaciones de saneamiento del barrio, el arreglo de la Ronda del Valle y el parque de las Madres de Mayo”. Y así una larga lista.
También la terminación y puesta en marcha de la Escuela Infantil (1991), paralizada desde hace más de seis años;  el acondicionamiento de los huertos urbanos, de acuerdo con el reglamento y la moción aprobados en su día; y la ejecución de los 19 proyectos de obras en viviendas aprobadas y pendientes de continuar los trabajos de rehabilitación de cubiertas, fachadas y canalones.

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