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Sevilla

Rafaelillo cierra la feria cortando una oreja a un Miura

El torero murciano se acercó al triunfo en su primero y lo logró en el segundo de su lote, al que cortó una oreja

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  • Rafaelillo -

Rafael Rubio, Rafaelillo, fue ayer el triunfador en la corrida de Miura que cerraba la Feria de Abril de 2016. El torero murciano se acercó al triunfo en su primero y lo logró en el segundo de su lote, al que cortó una oreja. Los lotes de Javier Castaño y Manuel Escribano no dieron muchas opciones de triunfo, por lo que ambos matadores se fueron de vacío.

La corrida de Miura ha puesto punto final a la Feria 2016 en la plaza de toros de Sevilla en una tarde en la que lo más destacado ha corrido a cargo de Rafaelillo, el único que ha logrado tocar pelo.
La tarde comenzó de forma emotiva con una cerrada ovación después del paseíllo para Javier Castaño, que toreaba en Sevilla después de superar un cáncer del que todavía se pueden ver secuelas en su aspecto físico.

Después de este cálido homenaje, Rafaelillo recibió con oficio al primero de la tarde, que se frenaba y no pasaba en el capote. El toro de empleó en el primer puyazo y fue castigado con fuerza. En el comienzo de faena dejó buenos muletazos, en la primera serie toreó con la derecha con verticalidad y comenzó a sonar la música. En la segunda por ese pitón también hubo muletazos buenos y a partir de ahí el toro comenzó a orientarse y a reponer. Rafaelillo resolvió con oficio e incluso toreó con la zurda, el peor pitón del toro, logrando muletazos de mérito. Mató mal y fue ovacionado.

Rafaelillo se fue a portagayola en el cuarto, mostrándose muy decidido y bullidor con el capote. Comenzó la faena de forma entonada, se llevó el toro a los medios y dio una serie templada y bien rematada que hizo sonar la música. En la segunda el toro pareció orientarse más. Cambió a la izquierda y dio buenos naturales con el miura ya más apagado. Al final sufrió un desarme, siguió toreando hasta aprovechar todas las embestidas y mató de estocada. Una oreja.

Javier Castaño se las vio con un primer toro complicado. Si le obligaba, se caía y si no, pegaba un tornillazo. Castaño se mostró firme con la derecha y cuando cambió a la izquierda dio una buena serie, embistiendo más templado el toro. Por ese pitón logró los mejores momentos de la faena. Pinchó y dejó una estocada fulminante en el segundo intento. Ovación.

Castaño recibió con oficio al quinto, que no le permitió lucirse con el capote. En la muleta, el toro se quedó muy corto y se enteró pronto, lo que dificultó la labor del torero. Solo por el izquierdo pudo robarle algún natural estimable en una labor de insistencia y entrega. Mató de estocada y fue nuevamente ovacionado. Ovación.

Escribano se fue a portagayola en el tercero y cuajó al toro a la verónica, haciendo sonar la música y entusiasmando a los tendidos. El toro perdió las manos después del primer puyazo y Escribano puso banderillas, destacando el tercer par de calafia. Cuando se fue a por la muleta saltó un espontáneo y, una vez reducido, comenzó la faena. Escribano citó de lejos y el toro mostró excelente son pero estuvo muy limitado por su falta de fuerza. Logró los mejores muletazos con la derecha hasta que el miura se paró. Mató de estocada desprendida. Ovación.

Escribano se fue de nuevo a portagayola en el sexto, luciéndose después con el capote aunque en menor intensidad que en su primero. Otra vez banderilleó, destacando el tercer par metiéndose por dentro. Más manejable resultó este último toro de la tarde por el izquierdo, por donde el de Gerena le dio un par de series con muletazos meritorios. El toro se agotó pronto e incluso se derrumbó en un remate de serie, por lo que tuvo que abreviar. Pinchazo y estocada. Silencio.

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