La Cámara de Comercio no acaba de ver la luz al final del túnel. De hecho, desde ayer no tiene luz ni siquiera. Endesa cortó el suministro eléctrico a la sede cameral del Vivero de Empresas por los prolongados impagos de los recibos. La situación tiene que ver con la delicada situación financiera de la Cámara, que tiene embargados todos los pagos por las denuncias que han presentado los extrabajadores que abandonaron la institución.
Así las cosas, el presidente de la Cámara, Manuel Barrionuevo, y varios miembros de la junta de gobierno se reunieron ayer con el concejal de Personal y Comunicación, Miguel Contreras, para urgir al Ayuntamiento a levantar la cláusula de reversión del suelo que permita utilizar el Vivero como aval hipotecario para la obtención de créditos.
Este requisito es imprescindible para que la Cámara reciba la liquidez necesaria para hacer frente a las nóminas pendientes a empleados, indemnizaciones a extrabajadores y cantidades adeudadas a Agencia Tributaria, Seguridad Social, Junta de Andalucía y proveedores. El Ayuntamiento hizo una cesión de este inmueble para 30 años, de los que ya se han consumido 14 años. Quedarían, por tanto, 16 años hasta que la Cámara obtenga la propiedad del edificio.
“La Cámara de Comercio está haciendo todo cuanto está en su mano para solventar esta situación, pero no es suficiente. Para que la Corporación pueda conseguir la viabilidad por la que tan duramente está luchando desde hace dos años, es imprescindible la colaboración y el apoyo de las Administraciones, especialmente, del Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía”, indicó ayer el presidente de la Cámara, Manuel Barrionuevo, que destacó el “compromiso firme” recibido desde el Ayuntamiento para levantar la cláusula que permita hipotecar el Vivero
Reunión con la Junta
Los directivos de la Cámara también se reunieron ayer con con técnicos de la Delegación de Comercio de la Junta de Andalucía (que es el órgano tutelante de la Cámara) “solicitando, una vez más, colaboración y ayuda para superar su crítica situación”, señaló Barrionuevo.
Y es que, la situación financiera es tan delicada que la Cámara se ha visto obligada en los últimos meses a perder importantes cantidades de dinero por cursos y programas formativos que le habían sido aprobados, pero que no pudieron cobrar por no poder acreditar el certificado de estar al corriente de los pagos.
Los actuales gestores de la Cámara de Comercio de Jaén cumplirán en julio dos años en sus cargos. En este tiempo han logrado rebajar a casi la mitad la deuda de seis millones de euros que tenía la Cámara cuando fue intervenida por la Junta, merced a la venta (por 2,7 millones) a la Diputación del edificio de la calle Hurtado. Sin embargo, la institución cameral necesita a corto plazo una inyección de liquidez de algo más de un millón de euros para poder funcionar con cierta normalidad y acabar con la actual situación de parálisis.