El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha afirmado este domingo, en el homenaje a las víctimas del atentado de ETA en Vic, que con este acto se admite que la sociedad española "no fue justa durante los principales años de azote del terrorismo", no respaldando suficientemente a las víctimas.
En el 25 aniversario del atentado en Vic, ha considerado que todo pueblo que no rememora y hace memoria de sus muertos no tiene esperanza y no tiene futuro, por lo que ha afirmado que con este acto se demuestra que sí tienen "futuro y esperanza".
También ha dicho que el terrorismo de ETA está "aniquilado", y que las víctimas piden a las autoridades la verdad y que se haga justicia, por lo cual las autoridades deben trabajar para que el relato que perdure sobre lo que ocurrió sea la verdad.
El ministro ha citado al escritor Gabriel García Márquez: "Recordar es fácil para quien tiene memoria y olvidar es difícil para quien tiene corazón", y ha dicho que ni quieren ni deben olvidar, aunque defiende recordar sin rencor ni venganza, sino desde una concepción pura y franca de la justicia.
Al evocar al atentado de Vic, ha dicho que "era una tarde de primavera, una de aquellas en las que los niños juegan en las calles aprovechando el buen tiempo", y ha recordado a las 10 personas que murieron, junto a las otras 43 víctimas de atentados terroristas en Catalunya.
Ha lamentado que el atentado se produjera en un cuartel de la Guardia Civil, "un sitio de trabajo para unos profesionales que trabajan por la seguridad de los ciudadanos", y ha destacado la inhumanidad que expresó durante el juicio uno de los asesinos, que salió de la cárcel hace dos años.
ACTO DE "UNIDAD"
Fernández Díaz ha agradecido el trabajo de la Acvot y de su presidente, Jesús Vargas, y de la FVT y de su presidenta, Mari Mar Blanco, presentes en el acto.
También ha dado las gracias a la alcaldesa de Vic, Anna Erra, por su esfuerzo para reparar la memoria de las víctimas con la organización de este acto, que ha contado con la "unidad" de las autoridades.