Estalla una guerra civil y una avalancha de miles de personas buscan cobijo en un país vecino. No es Siria lo que muestra la exposición inaugurada hoy en la Alianza Francesa de Málaga, sino que se remonta al periodo 1936-1939, cuando medio millón de refugiados españoles se desplazaron a Francia.
"Sabemos que unos 500.000 españoles llegaron a nuestro país en este contexto, y era una historia que nunca se había contado antes de esta exposición", ha afirmado hoy en la presentación Olivier Cogne, director del Museo de la Resistencia y los Derechos Humanos del departamento de L'Isère, con sede en Grenoble.
Fue este museo el que, en 2009, abrió esta exposición que ahora llega por primera vez a España y pasará por otras ciudades como Madrid después de permanecer en Málaga hasta el próximo 31 de julio, por lo que coincidirá con el octogésimo aniversario del comienzo de la Guerra Civil.
Según Cogne, la institución empezó su trabajo centrada en el periodo entre 1939 y 1945, pero después amplió su interés "a otras etapas marcadas por conflictos en los que los derechos humanos fueron abolidos".
Tras aprobarse en España la Ley de Memoria Histórica en 2007, los responsables del museo vieron la oportunidad "de estudiar las consecuencias de la Guerra Civil en Francia, en particular la represión a los republicanos y a sus descendientes".
La investigación desarrollada puso de relieve "la solidaridad de la sociedad civil de L'Isère, y también las condiciones indignas de supervivencia de los refugiados, muchos de los cuales murieron en aquel momento creyendo haber encontrado un refugio en Francia", en campos sin una mínima higiene, con una escasa alimentación y sin calefacción.
En la exposición se pueden ver fotografías de aquellos campos de refugiados, improvisados en edificios administrativos o antiguas fábricas de automóviles no acondicionados para ese uso, y también se pueden oír testimonios de algunos supervivientes o de sus descendientes.
Algunos de esos campos serían reutilizados después, durante la Segunda Guerra Mundial, para internar a miembros de la resistencia y a judíos, según Cogne, que ha resaltado que una muestra del compromiso de los vecinos de L'Isère es que algunos se alistaron en las Brigadas Internacionales y después combatirían contra los nazis.
Ha destacado asimismo la "ambivalencia" en la posición del gobierno francés, "dividido entre el apoyo a los republicanos españoles y el temor a esta avalancha de refugiados".
Por su parte, el director de la Alianza Francesa de Málaga, Franck Trouillou, ha apuntado que esta institución ha querido hacer esta aportación al aniversario de la Guerra Civil "con una temática que es muy difícil, porque ochenta años después todavía sigue siendo difícil hablar de esto para la sociedad española".
Para la cónsul honoraria de Francia en Málaga, Nathalie Hadj, era importante "dar un espacio a todos los españoles que tuvieron que huir a Francia y vivir en condiciones similares a las de los sirios hoy en día".
"Lo único que ha cambiado es el color de las fotografías, que antes eran en blanco y negro, pero ahora vemos la misma desesperación en los rostros de las personas", ha añadido Hadj.