La explicación de las causas del fin de la violencia terrorista en el País Vasco ha centrado la ponencia “El final de ETA. Historia de un proceso de paz” que ha ofrecido el ex presidente del Partido Socialista de Euskadi, Jesús Eguiguren, en el Palacio de los Gobernadores. Se trataba de la Conferencia Inaugural del 36 Curso de Verano de la Universidad de Cádiz (UCA) en San Roque, aunque los seminarios comenzaron el pasado jueves.
El alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, se encargó de la presentación del acto y de Eguiguren, quien fue clave en el cese de la lucha armada por parte de ETA. El dirigente socialista participó en reuniones secretas con dirigentes abertzales y etarras durante varios años, en los que a pesar de las enormes dificultades se fueron abriendo brechas de entendimiento que pusieron las bases de la paz en el País Vasco.
También participaron en la mesa presidencial la teniente de alcalde delegada de Cultura, Dolores Marchena, la vicerrectora de Extensión Cultural de la UCA, Teresa García Valderrama, y el director general de Publicaciones y Extensión Cultural de dicha institución, José Marchena. Entre los asistentes se contaban varios miembros de la Corporación, así como representantes de las empresas patrocinadoras del Curso de Verano, entre ellos el director de la Refinería de Cepsa, Miguel Pérez de la Blanca.
En su bienvenida inicial, el alcalde agradeció al conferenciante el haber accedido a la invitación y a Inti Ortega por haber sido el precursor y el contacto necesario para conseguir la presencia de Eguiguren. También tuvo unas palabras de recuerdo para José Manuel Rekalde, ex consejero vasco recientemente fallecido y víctima de ETA.
Ruiz Boix recordó que Eguiguren mantuvo contactos con el entorno de ETA al menos desde 2004, viviendo momentos de ruptura como el atentado en el Aeropuerto de Barajas. Para el primer edil “su testimonio es fundamental y en primera persona” para comprender el proceso que “desembocó en octubre de 2011 con el anuncio del cese definitivo de la actividad terrorista, después de cuatro décadas en las que se produjeron más de 800 víctimas mortales”.
Destacó el regidor sanroqueño que el dirigente socialista vasco anunció su retirada de la vida política en 2012, y que ha llegado a confesar que “cuando llegó la paz, empecé a sufrir las consecuencias”. Resaltó Ruiz Boix que Eguiguren “ha llevado escolta más de treinta años” y que “fue uno de los responsables de la ilegalización de Batasuna a la vez que hablaba con Otegi. Se le ha acusado de traidor, pero el mismo Patxi López ha subrayado que los demócratas españoles tenemos una deuda impagable con él”.
Por su parte, Dolores Marchena se refirió a la presente edición del Curso de Verano, de la que dijo que “mantiene su esencia, diversidad y pluralidad en la temática de la programación, pero también destaca por abordar los intereses que se ponen de manifiesto en la comarca. Es un foro de excelencia académica en el ámbito comarcal”.
Tras agradecer a la UCA su “perfecta sintonía con el Ayuntamiento”, la edil agradeció a patrocinadores, colaboradores y a los alumnos y alumnas por su participación, así como al coordinador del Curso de Verano, César Aldana, al equipo de la empresa Multimedia y “la colaboración de Inti Ortega, fundamental para que Jesús Eguiguren nos acompañe esta noche”.
A continuación tomó la palabra José Marchena, quien hizo una semblanza del conferenciante no sin antes recordar que en la fecha de hoy, 18 de julio, “se cumplen 80 años de una lucha en defensa de los derechos que nunca se debe perder”, y calificó al conferenciante como “protagonista de uno de los capítulos más brillantes de la Democracia Española”.
La conferencia
Por su parte, Eguiguren también tuvo un recuerdo para “todos los que sufrieron la clandestinidad o la muerte en la historia trágica de España a raíz del alzamiento franquista”. Asimismo, tuvo unas palabras en homenaje a Miguel Ángel Blanco, “militante del PP al que mataron hace 17 años en uno de los atentados más crueles y de mayor impacto de ETA, si en esto de la crueldad hay posibilidad de alguna medida”.
El conferenciante recordó que “ETA no mataba sólo en el País Vasco, también lo hizo en Andalucía. Pero existen unas víctimas andaluzas olvidadas, esos guardias civiles, unos chavales jóvenes que fueron asesinados en la primera época de ETA y a los que se les hacía una misa medio en secreto, se les metía en una caja de zinc y se les mandaba a enterrar a su pueblo, intentando que todo tuviera la mínima repercusión. Además -continuó-, antes de disolverse, ETA tenía puesto el ojo en Cádiz, y previsiblemente tenían previsto volar el Monumento a la Constitución de 1812 con motivo de su Bicentenario”.
Confesó Eguiguren que “es muy difícil explicar lo ocurrido en una conferencia. Podría haberla enfocado hacia la resolución de conflictos, porque se ha estudiado este asunto muy poco desde esta perspectiva y ETA ha sido una de las pocas organizaciones terroristas que ha parado de forma unilateral, lo que creo que sentará precedentes de cara al futuro”. Explicó que, cuando los terroristas entran a negociar con un Estado democrático, en realidad “están empezando a asumir su derrota, a reconocer que no van a conseguir lo que quieren y que tendrán que integrarse”.
A la hora de describir esta organización, el político vasco explicó que “era un terrorismo muy especial, de clase media: sus fundadores eran potentados de Bilbao y la mayoría de sus integrantes eran de clase media u obrera bien situada. Luego se sumaron otros obreros, muchos de ellos procedentes de la inmigración que, para integrarse y ser más vascos que nadie, se hicieron etarras, pero sus orígenes eran extremeños o gallegos. De hecho, en la actualidad, la mayor competencia entre Bildu y el PSE se da en los barrios de inmigrantes, porque mientras que el PNV es racista, Batasuna siempre ha hablado de la integración de los inmigrantes”.
Considera Eguiguren que el de ETA era “un terrorismo VIP”, y puso un ejemplo de ello: “En las conversaciones de Noruega -indicó-, nos visitó el ministro de Asuntos Exteriores de ese país, quien dijo que 'he participado en un montón de procesos de paz y nunca había visto a los terroristas de punta en blanco y al representante del gobierno desaliñado”, porque mientras los representantes de ETA “fueron con asesores y gente que les planchaba las camisas”, Eguiguren acudió “completamente solo”.
“No eran -continuó- terroristas marginales, sino gente con raíces nacionalistas que pensaban que el PNV era inútil para conseguir una serie de reivindicaciones, y que ETA las conseguiría”.
En su opinión, “el proceso de paz se consiguió por el trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que habían derrotado a ETA, además de gracias al proceso de paz de Irlanda del Norte y, también, del rechazo de la sociedad vasca. Se acabó porque se consiguió deslegitimar a ETA. Bildu quería hacer política, no atentados”.
Considera Eguiguren que “el fin de ETA surgió de los escombros de la T4 (la terminal del Aeropuerto de Barajas donde hubo un atentado que rompió las negociaciones emprendidas con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero). La mayoría de la sociedad vasca no lo entendió, y HB consideró que la época del terrorismo había pasado. Especialmente sus asambleas, decidieron en ese sentido”.
Recordó que en el año 2000, los miembros de los partidos democráticos no podían hablar con ETA ni con HB porque se podía convertir en “un arma electoral potente” en manos de sus adversarios. De hecho, en el PSOE existía un gran malestar ante las posibilidades de diálogo, y se asumía que no había posibilidad de llegar a ningún acuerdo con los terroristas. De hecho, él mismo tenía compañeros entre los asesinados, entre los que se contaban 18 amigos de Gipuzcoa.
Confesó que, en sus primeras conversaciones con Arnaldo Otegi, le dijo “vas para los 60, no tienes donde caerte muerto, no has conseguido nada y no debemos dejar a las próximas generaciones este absurdo”. En estos encuentros, que se llevaban a cabo cada semana, le pusieron en actitud de rebeldía frente a su propio partido, y desveló distintos detalles de cómo se desarrollaron las conversaciones, llegando a tildar de “burócratas” a los miembros de ETA, porque insistían en que se firmara un documento en el que se reflejara el fin de la lucha armada y el paso de las sus reivindicaciones a la arena política.
Para el dirigente del PSE, “todos los vascos somos culpables de ETA. De una manera u otra, todos teníamos responsabilidad del sufrimiento”, y finalizó lanzando un compromiso explícito de rechazo a la violencia”.
Jesús María Eguiguren Imaz (Aizarna, Guipúzcoa, 2 de junio de 1954) es un profesor universitario, jurista y político español, licenciado en Derecho por la Facultad de San Sebastián (UPV-EHU) y Doctor Cum Laude por la UNED. Forma parte de la Sociedad Bascongada de Amigos del País, de Eusko Ikaskuntza y de la Fundación Mario Onaindia. Está casado con Rafaela Romero y tiene tres hijos.
De 2002 a 2014 ocupó el cargo de presidente del Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra (PSE-EE), federación del PSOE en el País Vasco y ha sido parlamentario vasco por el PSE desde 1983 hasta 2012, y presidente del Parlamento Vasco durante su tercera legislatura, de 1987 a 1990.
Jesús Eguiguren participó y fue clave en los contactos previos que el PSE-EE realizó con miembros de Batasuna iniciados en 2002, siendo entonces José María Aznar (PP) presidente del Gobierno de España.
Estos contactos, posteriormente, con la presidencia del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), llevaron en 2006 a la declaración de un alto el fuego permanente de ETA y el denominado «proceso de paz». Este proceso se encalló y en la práctica fue roto con el atentado de la T4, realizado por ETA mientras mantenía la tregua.
El 20 de octubre de 2011 ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada. En abril de 2013, Eguiguren y el exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi fueron galardonados con el premio Gernika por la Paz y la Reconciliación por «su aportación en la consecución de la Paz en Euskal Herria».
Ha publicado distintos ensayos políticos: “El PSOE en el País Vasco (1886-1986)”; “Euskadi, tiempo de conciliación; El socialismo vasco y la izquierda vasca (1886-1994)”; “Los últimos españoles sin patria (y sin libertad)”; “El arreglo vasco: Fueros, constitución y política en los siglos XIX y XX”; “La crisis vasca, entre la ruptura y el diálogo”; “Historia del socialismo vasco (1886-2009)” ; “ETA: Las claves de la paz (junto con Luis Rodríguez Aizpeolea)”; “Ven y cuéntalo: El oasis vasco; y Euskal Herria: Por un nuevo nacionalismo, vasquismo y navarrismo”.