El ministro español de Exteriores y Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo, ha defendido "dialogar" con el Reino Unido sobre los intereses de España incluso antes de que haya activado el mecanismo formal para su salida de la Unión Europa (UE) y empiecen oficialmente las negociaciones.
García-Margallo destacó que España, "sin apresurarse, quiere que la certidumbre, la seguridad, vuelva a reinar, por lo que urgimos al Reino Unido a que implemente cuanto antes el artículo 50" del Tratado de Lisboa, "que tiene dos partes: fija el divorcio pero en el contexto y en el horizonte de las nuevas relaciones", dijo.
"Por lo tanto, los dos actos, aunque actos jurídicos distintos, deben, en opinión del Gobierno español, irse celebrando en paralelo", consideró en una rueda de prensa tras un Consejo de Ministros de Exteriores de la UE.
El ministro español señaló que mantuvo una reunión bilateral con el nuevo titular británico de Exteriores, Boris Johnson, "extraordinariamente amistosa" en la que le expuso "los puntos que tenemos que tratar y que probablemente trataremos en Londres antes de que nos vayamos de vacaciones".
Fundamentalmente se refirió a las prestaciones sanitarias de los británicos residentes en España; las de los turistas de esa nacionalidad, que "pueden alcanzar los 15 millones de euros este año", y la cuestión de Gibraltar.
García-Margallo dijo haber hablado sobre ese punto con sus homólogos de Malta y Chipre, "a los que ha contactado" el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo.
"Voy a hablar con el señor Boris Johnson. Una cosa es sentarse a negociar y, otra, empezar a ver por dónde pueden ir las negociaciones y explicar qué es lo que España pretende", dijo, y apuntó que "eso no quiere decir que vaya a firmar ningún acuerdo (...), lo que voy a hacer es mantener una conversación".
En concreto, apuntó a la cuestión de que los españoles en el Reino Unido "pueden, después de un determinado periodo de residencia, adquirir la nacionalidad británica sin perder la española", aunque "parece que ése no es el caso de los residentes británicos", los cuales "están inquietos por qué va a pasar con su acceso a los servicios de salud" tras el "brexit".
"Tenemos que ir imaginando cuáles son las fórmulas que queremos aplicar y, sobre todo, transmitirles la voluntad de las partes de hacerlo cuanto antes para que, en ningún caso, sufran ninguna carencia", explicó.
Además, dijo que hay que "clarificar cuál va a ser la posición de Gibraltar en las negociaciones".
"La postura de España es que, en las negociaciones, no tiene ningún sentido incluir Gibraltar, que vuelve a ser una decisión bilateral", apuntó.
"Una cosa es hablar y, otra, negociar", recalcó, y agregó que "conversar y prever estas cosas me parece una actitud prudente".
García-Margallo recalcó asimismo que "el 'brexit' no puede ser interpretado como el principio del fin del proyecto europeo, y por tanto urge una reacción extraordinariamente rápida por parte de la UE, un salto cualitativo".
Por lo que se refiere a la primera participación de Johnson en un Consejo de la UE, García-Margallo afirmó haberlo "encontrado tranquilísimo, un hombre dialogante, divertido (...) y culto".
"Creo que me voy a entender bien" con él, comentó.
Por su parte, el ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, señaló que Johnson "ha venido a este Consejo, diría yo, con cierta modestia".
Preguntado por si Johnson había pedido disculpas a sus homólogos por haber comparado a la UE con Adolf Hitler, Ayrault respondió que "no, no ha presentado sus excusas".
"Yo no me sentí aludido cuando dijo eso", continuó el jefe de la diplomacia francesa, "y creo que nadie alrededor de la mesa se ha sentido apuntado", dijo.
