Han capeado las obras, la crisis y, cómo no, el envite de las franquicias que han tomado en los últimos años el centro histórico. El negocio más tradicional sigue reivindicando su espacio, a través de la Asociación de Comerciantes del Centro que encabeza María José Valenzuela.
Un verano de récord, un otoño prometedor, las calles llenas de turistas, ¿qué más se puede pedir?
–Nuestras calles están llenas de turistas pero también queremos que lo estén de malagueños. Hace poco me decía un señor mayor que “el centro es para los turistas”. Al malagueño le cuesta “bajar” al centro, ha dejado de ser un referente para sus compras y desde la asociación estamos impulsando actividades para que sigan viniendo, es el barrio de todos, no lo podemos perder. Tenemos que analizar hacia dónde queremos ir. Un centro lleno de turistas cambia el tipo de negocio, las zonas residenciales, que la tienda de toda la vida cierre por la subida de alquileres.
La relación con la hostelería siempre ha sido complicada...
–La hostelería y el comercio son compatibles, pero el problema llega cuando no hay un equilibrio. Cuando en una calle solo hay hostelería es díficil mantener un negocio. El comercio pequeño ha aguantado obras, crisis, franquicias...cuando ahora todo el mundo espera esa recuperación nos encontramos que quien va a disfrutar de la ciudad no va a ser el comercio local va a ser la franquicia de fuera que la usa como un escaparate. Calle Larios está preciosa pero ya no conserva sus negocios tradicionales.
¿Cuáles son los principales problemas del comercio malagueño en el centro?
–El más grave es que la calle está llena de gente pero no entran a comprar. No podemos pensar que el turismo está levantando el comercio o que todos los cruceros que llegan consumen aquí. Se está comprando muy barato y es muy difícil de competir. Los alquileres pasaron a ser muy caros y muchos han cerrado, falta relevo generacional porque es más fácil venderlo a la franquicia.
¿El aparcamiento sigue siendo un obstáculo?
–Nuestra asociación lleva durante todo el año la campaña ‘Baja al centro’, por cada compra que hagas en comercio asociado puedes estar una hora gratuita y también un billete de ida y vuelta en autobús. Hacemos todo lo posible porque vengan a este centro comercial abierto.
Los hosteleros se plantan ante una posible subida de la tasa de basura, ¿qué opina?
–No es el momento de subir nada, se lo digo al alcalde directamente. Los tiempos han sido muy duros, se sigue pasando muy mal, no hay tantas ventas como la gente espera. Hay que gestionar mejor la basura, hay que ver cómo se mejora.
Al final sale a relucir el eterno debate de la limpieza de la ciudad...
–Es cierto que Málaga no está limpia. Sabemos cómo perjudicó la huelga de Limasa y no queremos que vuelva a repetirse. La situación no se resuelve subiendo el impuesto de la basura. Nuestra lucha como asociación es estar en las mesas de negociación en asuntos como éstos. Que cuenten con nosotros, somos lo que mejor sabemos dónde está el problema porque lo sufrimos día a día.
Sigue sobre la mesa la declaración de Zona de Gran Afluencia Turística que permitiría abrir los domingos...
–Es un tema muy discutido, la mayoría del comercio en el centro no va a abrir en domingo. No están por la labor, es el día de descanso. Abrir una persiana cuesta mucho dinero y la mayoría no lo ven rentable.
¿Cuáles son los retos en el nuevo curso?
–Nuestro gran reto es que el pequeño comercio se mantenga. Tiene que innovar, formarse con herramientas para competir con el gran comercio o las franquicias con iniciativas como el ‘Bat Friday’ que volveremos a celebrar en noviembre. También estar mucho más presentes en los temas clave de la ciudad a través de la asociación. Cuando estamos todos juntos es cuando funciona. El comercio necesita estar muy arropado en estos momentos.
