Era mentira. Nada estaba mejorando. Sólo una nueva temporada más que una vez finalizada ha arrojado los mismos resultados de todos los años. En el mes de septiembre el paro ha subido en 455 personas y si bien la normalidad no viene más que a tirarles el sombrajo a los políticos que salen sacando pecho en cada bajada de verano o navidad, lo más preocupante es la letra pequeña de las cifras dadas a conocer este martes por la Subdelegación del Gobierno.
Las claves no están en las cifras ni en mirar si el año pasado había más o menos parados, porque ningún organismo oficial ha dado a conocer qué cantidad de personas se han dado de baja en el INEM, bien por aburrimiento o porque se han marchado buscando otros horizontes. Y tampoco los planes de empleo temporales con los que las Administraciones pretenden paliar situaciones delicadas gastando dinero a mansalva porque la gravedad de la situación de muchas familias obliga a ello, buscando el mejor de los argumentos.
El peor es que no tienen capacidad para desarrollar instrumentos que creen empleo a pesar de contar con medios naturales y a tenor del dinero que gastan en emergencias, medio económicos. Y así salen las cifras que salen al comparar los datos del mes anterior, agosto, vacacional, buen mes a pesar del levante y propicio para la contratación temporal en esta parte de España.
El paro ha subido en La Isla en el sector de la agricultura en 11 personas y hay 50 personas menos en las listas del INEM en el sector de la Industria. La construcción, sin embargo, se ha quedada exactamente igual que en el mes de agosto, lo que pudiera ser un error de los emisores de los datos porque con la cifra que aportan no salen los parados que dicen que hay. De todas formas la diferencia en las cuentas es de 22 personas que habría bajado el paro en la construcción. O sea, que en estos sectores hay 84, 657 y 1.215 parados, respectivamente.
Lo peor viene cuando se llega al sector servicios y se comprueba que la subida del paro es de 433 personas y las que llegan al mercado de trabajo por primera vez también experimentan una subida de 83 parados. Las cifras para el sector servicios es de 7.843 parados y 2.345 para los que buscan su primer empleo.
Ese es el problema. Los datos demuestran que sólo se crea empleo precario que luego se destruye cuando terminan los meses fuertes del verano, como ocurrirá también en las fiestas navideñas y en Semana Santa, aunque en la primavera la incidencia es menor en los números.
¿Hay algo más preocupante además de que el paro del sector servicios y de los que buscan el primer empleo suponga casi el 80 por ciento del paro total de la ciudad? Además de concluir que de industria estamos que ni para atrás ni para adelante y en construcción de chapuzas y reparaciones, todavía queda algo más preocupante.
Si se analizan los datos del número de hombres menores y mayores de 25 años y el de las mujeres en estos márgenes de edad, se puede comprobar que el 90 por ciento del paro ha aumentado en el cuadro de las mujeres. Esto es, que el empleo creado en verano ha sido principalmente femenino, temporal, precario y de ida y vuelta.
Si con estos datos todavía sale algún político a la palestra haciendo juegos malabares con las cifras y con las fechas, es que no está abordando el meollo de la cuestión. Estará o estarán en su discurso, su argumentario que lo llaman ellos. La realidad es la que es. Lo demás son tonterías.