Los exconsejeros de Caja Madrid Ignacio Varela Díaz y Joaquín García Torres han reconocido este lunes ante el tribunal de la Audiencia Nacional que dirime si se hizo o no un uso inadecuado de las 'black', que cargaron gastos de naturaleza privada a sus tarjetas puesto que la entidad les autorizó para ello asegurando que las visas eran de libre disposición.
Varela, que ha sido el primero en prestar declaración en este juicio que sienta en el banquillo a 65 exaltos cargos y directivos de Caja Madrid y Bankia, ha vuelto a señalar al exsecretario general de la entidad, Enrique de la Torre, como la persona que le entregó su tarjeta, a la que cargó un total de 35.722 euros, y que le dijo que "podía hacer gastos libremente" sin sobrepasar el límite, que en su caso era de 2.500 euros.
El exmilitante socialista forma parte del total de 13 exdirectivos de la entidad cuya causa fue archivada por el magistrado instructor de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, al haber prescrito el delito que se le imputaba. Los otros 65 exdirectivos de Caja Madrid y Bankia se sientan en el banquillo acusados de delito continuado de apropiación indebida y administración desleal por el uso que hicieron con sus plásticos entre 2003 y 2012.
A preguntas de las defensas y respecto al régimen fiscal de la visa, el exconsejero ha dicho que De la Torre le expuso que estuviera "tranquilo" porque estaba aprobada por todos los órganos de Caja Madrid y que la retribución de los consejeros estaba sometida a la supervisión del Banco de España, la Agencia Tributaria y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV); por lo que "las garantías eran totales".
GASTOS DE NATURALEZA PRIVADA
A diferencia de otros encausados, el que fuera miembro del Consejo de Administración entre 2005 y 2006, no recibió pin del plástico porque "en ningún caso" se le informó de que podía extraer metálico del cajero, aunque ha reconocido que siguió haciendo uso de su 'black' hasta tres meses después de cesar de su cargo dado que De la Torre le autorizó para ello.
Varela, que fue expulsado del PSOE tras estallar el escándalo de las tarjetas, ha explicado a preguntas del fiscal Anticorrupción, Alejandro Luzón, que insistió mucho ante el secretario general sobre qué uso podía hacer con la tarjeta opaca, nacida de un acuerdo del Consejo de Administración el 24 de mayo de 1988. Así, ha dicho que le consultó si podía cargar la compra de unos billetes de avión para un viaje privado, a lo que De la Torre le respondió: "para eso la tienes".
Por su parte, Joaquín García Pontes,consejero entre 1996 y 2003, ha precisado que él recibió su visa de manos de Vicente Espinosa, vicesecretario general en aquel momento, que le dijo que podía hacer cualquier tipo de gasto con la misma, y que, al igual que su antecesor en el uso de la palabra, nunca se le facilitaron los extractos de los gastos ni se le reclamó ninguna cantidad a posteriori.
"NO PODÍA SER OTRA COSA QUE UNA RETRIBUCIÓN"
El que fuera consejero en las etapas comprendidas entre 1978- 1982 y 1997-2001, Emilio Navasqüés --y hermano de uno de los 65 encausados-- ha asegurado que nunca tuvo que justificar los gastos cargados a su visa pero que, antes de la creación de ésta, sí detallaba los cargos derivados de su función como abogado de la caja extinta.
El testigo ha indicado a las partes que "tenía que justificar todo" lo relacionado gastos derivados de su función en calidad de jefe de los servicios jurídicos de la corporación financiera. "Yo, como consejero, nunca tuve que justificar nada, sí como empleado", ha precisado Navasqüés, quien recibió su tarjeta con pin, con un límite determinado y para gastos de representación.
En concreto ha señalado a Ángel Montero (antecesor de De la Torre en la secretaría y fallecido en el año 2000) como su jefe y la persona responsable del plástico, que en su caso concreto se lo encontró en su mesa de trabajo. Además ha agregado que en la etapa siguiente, ya con Miguel Blesa en la presidencia de la caja, "todo siguió igual". "No hubo ningún cambio", ha añadido.
En concreto ha precisado que con la llegada de Blesa no se produjeron despidos sino que más bien los puestos de directores generales se mantuvieron tras la salida de Terceiro en 1996, el cual, en su declaración ante el tribunal que preside la magistrada Ángela Murillo, hizo hincapié en que los plásticos en su etapa eran 'white' y que se oscurecieron con la llegada de su predecesor en el cargo.
"Al final no podía ser otra cosa más que una retribución. Lo sabía todo el mundo", ha dicho a preguntas de las defensas, que han insistido mucho durante la vista en preguntar por el nacimiento de esta práctica y la descripción concreta detallada en las actas en las que se plasman su creación. "Todo esto es como jugar al trivial", ha respondido el testigo que ha recordado en numerosas ocasiones que se trata de hechos acontecidos hace más de treinta años.
La vista ha comenzado con la renuncia por parte de las defensas del testigo Ignacio del Río, quien también ejerció como consejero de Caja Madrid cargando un total de 21.029 euros a su plásticos y cuya causa fue archivada. Se trata de la última sesión dedicada a los testigos antes de que comience la ronda de periciales.