El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha afirmado que "la corrupción se ha generalizado, se ha hecho universal", pues "ahí tenemos los casos de grandes corrupciones, que casi todos los días aparecen en las noticias: desfalcos, apropiación del dinero público, que es de todos, negocios sucios donde se gana mucho dinero en poco tiempo, y pelotazos de todo tipo".
A ello hay que sumar, según ha aseverado Demetrio Fernández en su carta semanal, recogida por Europa Press, "las pequeñas corrupciones de diario y de la gente de a pie: economía sumergida, que elude los impuestos y la contribución al bienestar social, facturas sin IVA, trabajo sin darse de alta, etcétera", y "todo ello tiene de común el fraude para tener más dinero".
La cuestión, según ha señalado el obispo, es que no se puede servir a la vez "a Dios y al dinero", cuando lo que debe hacerse es confiar, "sin límite, en la Providencia de Dios", lo cual, según ha indicado, "suele llevarnos por caminos de austeridad y de pobreza, por caminos de despojamiento y de humillación".
En definitiva, según ha concluido Demetrio Fernández, "a medida que se vive sin Dios, como los paganos", uno "se afana en tener más y más, por los medios que sea, con tal de ganar, y poniendo al servicio de ello todas sus energías", cuando lo cierto es que "el dinero es necesario, pero la codicia mata, como nos recuerda el Papa Francisco", de modo que serán "dichosos los que confían en la Providencia de Dios, porque eso les hará despojados, generosos y entregados, sin la codicia del avaro, que carcome todos los valores de la persona y acaba arruinando su vida para siempre".