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Avance en la cooperación dejando al lado la Soberanía

Reacciones a la visita de Moratinos a Gibraltar

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tras la histórica visita del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos a Gibraltar conviene hacer un repaso de la situación. Hay que aclarar que la visita se enmarca dentro del Foro de Diálogo sobre Gibraltar creado en 2004 para buscar la cooperación práctica, dejando de lado la reivindicación sobre la soberanía, que no se renuncia en ningún momento como ya se expresó ayer mismo. Algunos critican que se otorgue voz propia a Gibraltar en esta mesa de negociaciones, que ha celebrado ya tres encuentros ministeriales (Córdoba 2006, Londres 2008 y ahora el de Gibraltar, 2009) y que realza el papel de Caruana, pero no hay que olvidar la decisión del Reino Unido de no dar un paso sin contar con la opinión de los llanitos.

El Foro quiere facilitar las relaciones entre los habitantes del Campo de Gibraltar y los gibraltareños que pertenecen a la misma conurbación urbana, al mismo área metropolitana que comparten por un lado los trabajadores españoles que van al Peñón y por otra, los naturales de la colonia que disfrutan de todo lo que se les ofrece desde el otro lado de la frontera.

En este sentido, la reunión avanzó en cuestiones prácticas tales como el futuro ferry entre Algeciras y Gibraltar; la alerta marítima para dar respuesta a incidentes medioambientales; el intercambio de información fiscal para la lucha contra el blanqueo de dinero y también el acertado anuncio de apertura del Instituto Cervantes antes de fin de año y cuyo director, Francisco Oda, es una persona de la comarca y amplio conocedor del Peñón. Sobre la visita cabe mencionar que los ultras de uno y otro lado de la Verja tuvieron su minuto de gloria y que el PP no tuvo miras amplias criticando ácidamente la presencia del ministro haciendo política partidista con un tema de estado.

En cuanto a la soberanía el propio primer ministro británico, Gordon Brown, afirmó que se pueden “hacer progresos” a pesar de las dificultades, la cuestión es que los gibraltareños quieren la autodeterminación y el Tratado de Utrecht deja claro que si Gibraltar no pertenece al Reino Unido pasará a España. Cierto es que no se pueden solucionar problemas en el siglo XXI con criterios del siglo XVIII pero lo que no se sostiene en la Unión Europea es que exista una colonia de un país en otro.

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