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Jerez

“Sigo siendo el niño que empezó a bailar flamenco”

Tras haber compartido escenario con numerosos artistas y haber recorrido mundo, el bailaor Raúl Ortega se asienta en Jerez con su propio tablao flamenco

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  • Raúl Ortega en su tablao -

Un tablao, 5 artistas y un bailaor que hace las veces de director artístico, son los protagonistas de Puro Arte, un tablao flamenco, situado en la calle Conocedores, que ofrece espectáculos diarios e improvisados.

Tras montar un tablao en Madrid cosechando “un gran éxito” , el bailaor, Raúl Ortega decidió trasladarse a Jerez, la cuna del flamenco, “para tratar de presentar un tablao más allá del convencional, ofreciendo la calidad de un teatro”.

Y así surgió este proyecto, junto a su mujer, Sara Salado, al cante y cuatro profesionales más. “Tenemos  artistas de máximo nivel, la mayoría de ellos son premios nacionales de cante, de guitarra o de baile”, explica el director artístico Ortega.

El artista ha creado un espectáculo donde “cada uno tiene su momento” y puede demostrar tanto “su valía” como “desahogarse artísticamente y personalmente”.
El espectáculo va dirigido al turista pero “no por  ser ‘typical spanish’, sino porque le ofrecemos la realidad del flamenco, con la calidad que a los españoles les gustaría recibir”.

Ortega explica que “en la provincia de Cádiz hay un par de tablaos, y no es por desprestigiar o por decir que no son buenos, pero no tienen el avance tecnológico y el concepto que tenemos nosotros”.
Su principal apuesta por este proyecto se basa en tener un “suelo acondicionado y específico para bailar, que no lo tiene ningún tablao en España”. Además, el espacio está técnicamente dotado “como un teatro”, hay microfonía, luces... “cosa inusual en los tablaos”.

Puro sentimiento
Esta pasión por el flamenco le viene desde niño,  siendo a la edad de 11 años cuando empezó a dar sus primeros pasos. “Sigo  siendo el niño que empezó a bailar, continúo con la misma ilusión y las mismas ganas”.
Afirma no tener “un único referente” pero sí recuerda un maestro suyo, que tuvo en sus inicios, Pepe de los Ríos, “quien me inculcó el gusanillo por el flamenco y lo bonito que es”.
El bailaor explica que ha aprendido de grandes maestros como “Antonio Canales, Farruco, el Güito, Rafael de Córdoba...teniendo la “suerte” de poder “compartir escenario” con algunos de ellos.
Sin embargo, argumenta que si algo le define, es su “personalidad”, lo que le “diferencia” de otros artistas.

Con una vida dedicada al flamenco, el artista cuenta que “yo me levanto bailando, mi mujer cantando, trabajamos con el flamenco y en nuestros momentos libres, en vez de evadirnos, seguimos escuchando flamenco o vamos a ver a compañeros actuar. El flamenco es nuestra vida”.
Lejos de dedicarse a esto “por ganar dinero o por viajar”, Ortega explica que el arte es algo “vocacional, un sentimiento que te nace por dentro”.

Premio Nacional de baile, aunque reconoce no ser muy “amante de los concursos”, cuenta que su máximo reconocimiento es su carrera, sus proyectos o sus espectáculos. “Ese momento en que subes al escenario y ves que el público te aplaude, que reconoce tu trabajo”, relata.
Ese empuje del público unido a ese “enganche por seguir aprendiendo”, de un arte que es “infinito”, es lo que motiva al bailaor ya que “por mucho que aprenda, nunca voy a saberlo todo porque este es un arte muy viejo”.
Con proyectos futuros a nivel de solista, Ortega prepara una gira mundial mostrándose “contento” de realizar su cuarto espectáculo en solitario alegando que “el artista ha de viajar, enriquecerse de otras culturas. El arte no se puede quedar aquí, hemos de llevarlo fuera”.

“El espectáculo es un diálogo improvisado”

El espectáculo dura una hora y , lo que hace cada función “única e irrepetible”es “el diálogo improvisado que se crea entre los artistas en el escenario”. Por eso, “nunca sabemos lo que va a pasar”, lo que  permite que una persona pueda asistir varios días seguidos y “no ver lo mismo, ya que cada día hacemos distintos palos del flamenco”, explica el director artístico. A la hora de preparar la actuación, “organizamos el concepto, decidimos el orden y la manera en que se va a hacer”, pero a partir de ahí, ”no sabemos lo que va a pasar”. El espectáculo está compuesto de una presentación, y luego, bailes y sólos musicales. Se presenta todos los días a las 22:00 horas, con opción a cenar una hora antes. Contrariamente a otros tablaos, Puro Arte piensa que es “un error ofrecer el espectáculo mientras los espectadores comen”.
Tal como explica el director, el concepto del tablao es “disfrutar del arte, es todo sentimiento”. Por ello, los artistas tienen total libertad para expresarse en el escenario,
ya que “si tu estás en el escenario reprimido, el corazón no sale y tanto en el arte como en la vida hay que actuar siempre con el corazón. Esa es la única manera de llegar a los espectadores”.

 

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