Del debate, tensión y confrontación de los políticos en el Ayuntamiento de Huelva en los meses previos al verano se ha pasado a un clima amistoso cargado de paz y tranquilidad. La ‘vuelta al cole’ de la corporación municipal no pasará a la historia por el calor de las mociones ni por una oposición que haga temblar al equipo de Gobierno. Todo lo contrario. Más de nueve horas de un pleno centrado en propuestas más que debatidas anteriormente, con el 1-O a la vuelta de la esquina y con dimes y diretes sobre la zona ORA.
El pleno se desarrolló con un tono pacificador de todas las fuerzas políticas, a excepción del ‘toma y daca’ de Carmen Sacristán, edil del Partido Popular, y Enrique Gaviño, concejal de Seguridad Ciudadana, Movilidad y Tráfico, por una moción dirigida para los discapacitados. En ella, se proponía que las personas con problemas importantes de movilidad puedan estacionar sus vehículos de modo gratuito en las zonas de estacionamiento por tiempo limitado. Un espíritu sano de una moción que salió adelante pero que se ensombreció. Gaviño acusó al PP de que “en Huelva hay zona ORA porque vosotros quisísteis” y Sacristán instó al PSOE a que la quitara “y ya está”. Algo de difícil resolución, ya que el Ayuntamiento firmó un contrato en 2014 para que hubiese 20 años de zona ORA en Huelva, y ‘sólo’ quedan 17 para que acabe.
Más allá de este rifirrafe, y siguiendo con la zona ORA, salió adelante la moción de Ciudadanos destinada a la bonificación para clientes de pequeños comercios de Huelva en los lugares de estacionamiento por tiempo limitado.
Y hasta aquí la tensión en más de nueve horas. Sólo el concejal de Mesa de la Ría, Rafael Gavilán, se ‘calentó’ para pedir que se paralicen los vertidos del dragado de la ría y, finalmente, no consiguió los apoyos suficientes.
El equipo de Gobierno, bastante cómodo durante las más de nueve horas de sesión plenaria, ‘coló’ la polémica de Cataluña y ratifica su apoyo a alcaldes y funcionarios catalanes que se niegan a participar en el referéndum del próximo 1 de octubre, con el especial visto bueno de la portavoz del PP en el Ayuntamiento, Pilar Miranda, que comparó el conflicto catalán con uno familiar en el que ponía como ejemplo que su hija llegara a casa diciendo que ha votado para que unos metros de la casa le pertenezcan y empieza a hacer obras allí.
El nivel subió con la primera reforma integral para el polideportivo Diego Lobato; la consignación de 1,2 millones de euros para pagar al personal municipal la paga extra de 2012; las aprobaciones de los reglamentos de Organización y Funcionamiento del Consejo Sectorial Mesa de Comercio y del Consejo Local de Salud; y la inclusión en el catálogo de Edificios Protegidos de la farmacia de la calle Concepción para garantizar la conservación de la fachada y azulejos de un inmueble que data de 1857.
Nuevamente pasó por pleno el museo arqueológico. Esta vez a propuesta del PP y con el fin de que el Ayuntamiento inste a la Junta a la construcción de este espacio en el edificio del Banco de España.
También se aprobaron medidas como la reurbanización de Marismas del Odiel, la adaptación de los semáforos a personas con dificultades de visión, la habilitación de circuitos señalizados para la práctica del ‘running’ y la contratación de personal en el área de Urbanismo.