En junio se anunció que el área de Urbanismo, que dirige Ángel Quintana, continuaba volcando todos sus esfuerzos en sacar adelante el ansiado Plan Especial del Centro Histórico, con la contratación del Plan de Descontaminación Visual y la Redacción del Borrador de Plan y Establecimiento de Alternativas para la Evaluación Ambiental Estratégica (Peprichye).
Así, se apuntó que la inversión total supera los 40.000 euros, en concreto 43.136 euros para la redacción de estos documentos cuyos contratos, menores al no superar cada uno los 18.000 euros, fueron adjudicados a Territorio y Ciudad.
A partir de entonces, se afirmaba, “los documentos deberán estar elaborados en un plazo de 30 días para luego continuar las tramitaciones oportunas de cara a la aprobación inicial del Peprichye, máxima prioridad de este equipo de gobierno y que desde el área de Urbanismo estamos liderando una vez que conseguimos sacar del cajón el documento para desbloquearlo y sacarlo adelante, cumpliendo la normativa que nos exigen desde la Junta para poder reactivar nuestro casco antiguo, sujeto a la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía”.
El centro necesita de medidas y urgentes para revitalizar y voltear un casco histórico que sufre por días un desgaste palpable. Este desgaste va socavando todo el patrimonio histórico e inequívoco de un sello tan portuense como su centro de la ciudad.
En octubre, según Quintana, estábamos “muy cerca de conseguir nuestro objetivo”, por lo que insistía en que “al tra-tarse de una obligación ética y moral para toda la ciudad” reiteraba su llamamiento “a la unidad de todos los grupos políticos para que podamos salvar nuestro centro y su revitalización económica lo más pronto posible”.
En este sentido, y dado que éste es el último documento que se debe tramitar como tal desde Urbanismo, el teniente de alcalde incidió en que “el PEPRICHYE ha sido y es el objetivo urbanístico primordial del Gobierno junto al apoyo e impulso de todas las ARGs que tiene vocación de regularizarse, porque somos conscientes de que le debemos a la ciudad un plan especial del centro que constituya el motor de su desarrollo socioeconómico en los próximos años”.
Parece que la ciudad haya entrado en un círculo vicioso. Para atraer iniciativa privada, los comerciantes saben que es necesario dotar urgentemente al casco histórico de los recursos necesarios. En este sentido, las asociaciones de comerciantes realizan esfuerzos para levantar el letargo en el que las administraciones sumen a la ciudad.
El problema se antoja difícil y casi imposible cuando el plan de rehabilitación del casco histórico lleva años en bucle y sin fecha de ejecución. El Pepryche se ha convertido en un asunto incómodo e infinito ante el aluvión de documentos, informes, redacciones, valoraciones… Un plan que debía estar operativo en 2010 y que sigue aún en modo de “agilizar los trámites”. Antes de que acabe el año se celebrará “un foro monográfico” sobre él. Suma y sigue.
Aparcamientos anulados
Con las remodelaciones que se han venido acometiendo en varias calles céntricas, se han visto reducidas las plazas de aparcamiento en la vía pública. Nadie entiende que no se quieran construir aparcamientos subterráneos -como el de la Plaza de Toros- y se anulen plazas por las calles del centro.