El Ministerio Fiscal solicita 15 años y 5 meses de prisión, una petición de pena que la acusación particular eleva a 30 años y 9 meses para N.B., el exmilitar británico acusado de la muerte, a consecuencia de un atropello, del joven linense Juan Carlos Luque, que falleció a los 19 años la madrugada del 21 de noviembre de 2015.
Hoy ha comenzado la vista oral en la sección de Algeciras de la Audiencia Provincial, donde una vez confeccionado el jurado popular las partes han expuesto su relato de los hechos y se ha tomado declaración no jurada al acusado.
La Fiscalía y la acusación particular coinciden en la descripción de los hechos. Lo fundamental es que, según su relato, el acusado, al que habían echado de un club de Guadacorte, en Los Barrios, en estado de embriaguez, se montó en su furgoneta, sin seguro en vigor, y embistió con el vehículo a un grupo de unas quince personas que se hallaban en la puerta del club.
Dicha descripción indica que dos de los presentes, F.B.A.O. y J.M.A.P., resultaron heridos a consecuencia del atropello, mientras que Juan Carlos Luque, también herido, cayó al suelo y el vehículo que conducía N.B. le pasó por encima, causándole un shock hipovolémico que le produjo la muerte instantánea.
Uno de los presentes, prosigue el relato de la Fiscalía, J.C.R., montó en su vehículo y persiguió al autor del atropello, que emprendió la huida desde el kilómetro 113 de la A-7 en sentido Algeciras y luego se desvió hacia la A-381, sentido Jerez. Durante la persecución intentó sacar de la vía al vehículo que lo perseguía. Finalmente la Guardia Civil lo interceptó en el kilómetro 70 de esta autovía.
En la primera prueba de alcoholemia, que se le practicó a las 2.16 horas, el acusado dio 0,8 miligramos de alcohol en sangre, una cantidad que se elevó a 1,03 miligramos en la segunda, realizada a las 2.32 horas, según Fiscalía.
Por todo ello, el Ministerio Fiscal le imputa un delito de homicidio consumado por el que pide once años de prisión, dos delitos de homicidio en grado de tentativas por cada uno de los cuales solicita 16 meses de prisión, y dos delitos contra la seguridad vial para los que pide 6 meses y un año y tres meses, respectivamente, además de la retirada del carné de conducir durante varios años. A ello se le suman 120.000 euros de indemnización a la madre del fallecido y 150 y 300 euros, respectivamente, para los dos heridos, además de las costas del juicio.
La acusación particular eleva la petición a asesinato consumado, para el que pide 17 años de prisión, y dos asesinatos en grado de tentativa, por los que pide 6 años por cada uno de ellos. La pena por los dos delitos contra la seguridad vial que solicita es la misma que la Fiscalía. En cuanto a las indemnizaciones, pide 120.000 euros para la madre del fallecido, la misma cantidad para cada una de las dos hermanas de la víctima, otros 60.000 más para una de ellas y los mismos 150 y 300 euros para los dos heridos, además de las costas del juicio.
Acusado
El acusado, de nacionalidad británica y de 50 años, es un exmilitar destinado a la base de Gibraltar. Declaró sin prestar juramento –el juez no lo solicitó en esta primera declaración- y en inglés, con ayuda de una traductora, que ha tenido problemas con el alcohol casi toda su vida adulta. En 1999 sostiene que dejó la bebida y que recayó a finales de 2001 cuando su mujer, con la que tenía hijos pequeños, le pidió el divorcio, momento en el que se echó a llorar en la sala.
N.B. explicó que residía en Jimena cuando tuvo lugar el suceso. Había acudido al club en Guadacorte, aunque de la zona solo conocía un prostíbulo cercano y no el establecimiento en cuya puerta tuvieron lugar los hechos. Sostiene que creyó haber golpeado a otro coche al salir, pero no recuerda ver a gente en la puerta y que tampoco recuerda la persecución.
Asegura que, aunque entró en prisión preventiva dos días después de los hechos –y desde entonces ha permanecido en la cárcel-, no era consciente de lo sucedido y que se enteró de los delitos que se le imputaban por su abogado.
Incidentes
Familiares y allegados de la víctima colocaron ante la Audiencia una pancarta en la que se pide “justicia” para el fallecido. Un grupo de unas treinta personas gritaron diversos mensajes que obligaron a la intervención de la Policía Nacional para calmar los ánimos tras producirse algunos incidentes a las puertas de la sede judicial.
A la sala solo permitieron la entrada de los familiares más próximos del fallecido, un grupo menos de una decena de personas. Solo una de ellas fue desalojada por orden del juez por gritar diversas acusaciones contra el acusado.