Un fin de semana muy movido, carnavaleramente hablando, en el que hemos disfrutado de buenas agrupaciones que han elevado el nivel de este concurso. Grandes dosis de paciencia para controlar la rabia por las ausencias -y ya van dos-, creándose cierta decepción en el ambiente del público, que ha pagado su entrada para una sesión de tan sólo cuatro grupos, un ambiente que no acaba de romper y un teatro que no termina de llenarse.
Al margen de las adversidades, la calidad de algunos grupos minimizan estas circunstancias, como ocurrió el pasado jueves con la chirigota de Punta Umbría ‘Échame cuenta y te saldrán las cuentas’, que llega con ganas de superar el segundo puesto del pasado concurso. Su pase por semifinales dejó claras sus intenciones: dos buenas letras de pasodobles, simpáticos cuplés y como ya es habitual, un popurrí desternillante donde la buena interpretación marcó todo el repertorio.
La comparsa de Fali Ramos, ‘Los Batallitas’, también dejó buen sabor de boca en este primer pase, introduciendo música en directo que acompañó en la presentación y en el final de popurrí. Su tipo es toda una declaración de rebeldía, una visualización futura bajo opinión de su autor sobre el Carnaval Colombino y la situación en la que se encuera, llegando a representar los cuplés como mendigos ebrios, dada su degradación. Hace mención a la historia viva de la fiesta, recordando todas las peñas y autores o directores que formaron parte de ella, que elevaron este carnaval y que quedaron en el olvido o en proceso. Buen pase que superarán en la siguiente fase -si adaptan bien el sonido-.
Con el segundo coro en los escenarios, ‘La canarinha’, finalizan las preliminares para esta modalidad, que supondrá unos miles euros en premios de los 35.000 que se destinarán este año. Buen ritmo para estos isleños durante todo el repertorio y buen despliegue de voces, que levantaron al público de sus butacas.
El regreso de Fran Sosa con su comparsa, ‘Son del sur’, fue muy bien recibido y se le agradeció con efusivos aplausos. Gran repertorio para este nuevo grupo de jóvenes promesas de la fiesta, que entran en juego y logran posicionarse en buen lugar, entrando en las quinielas que ya empiezan a escucharse. Desde la Peña del Nuevo Molino llegó ‘Pepe Luis Er triste’, al que no hicieron gala de su apodo. Simpático repertorio al que supieron sacarle partido sentando las bases de sus intenciones, en un controvertido repertorio del que salieron reforzados por la buena aceptación del público, que respondió con efusiva satisfacción. Buena interpretación de un aburrido e insulso personaje que parece sacado de una de las chirigotas del Selu -a lo spin off-, dándole un protagonismo que los posiciona en una buena trayectoria. La chirigota de los hermanos Blanco hace gala de ingenio e interpretación en su pase por preliminares, con un tipo de nuevos millonarios, ‘La cosa es quejarse’, que juegan con la crítica y el buen humor en un despliegue de irónicas intenciones que lograron resultados muy acorde con lo que se pretende en este concurso. Destacar los cuplés, de los mejores que se han cantado en las tablas hasta el momento. Buen pase para estos ricachones, que pusieron la guinda a un buen sábado en el Gran Teatro.
