Los minicréditos no cuentan con una reputación especialmente envidiable. Esto se debe a que los intereses cobrados suelen estar bastante por encima de la media del sector bancario y financiero en general.
Sin embargo, existe una circunstancia que resulta más habitual de lo que puede parecer a priori, y en la que los mini préstamos no sólo resultan convenientes, sino que más económicos.
Estamos hablando de los descubiertos bancarios.
El descubierto bancario tiene lugar cuando una cuenta se queda en negativo tras la liquidación de determinadas comisiones o gastos, tales como la cuota de un préstamo, el saldo de la tarjeta de crédito o el cobro de una comisión de mantenimiento.
A no ser que la situación se prevea con anticipación, el banco permitirá que la cuenta quede en lo que habitualmente se denomina números rojos. Se trata de una situación que, con mayor o menor frecuencia, afrontan muchos consumidores, especialmente, en épocas de mayores gastos, tales como el verano, la vuelta al cole de los niños o la cuesta de enero.
Lo grave de la situación es el hecho de que incluso un saldo negativo insignificante puede generar una comisión importante, la cual no sólo agravará la situación, sino que representa un interés increíblemente elevado respecto a la deuda contraída.
¿Por qué el descubierto bancario resulta tan caro?
Por regla general, el descubierto bancario tiene lugar a finales o comienzos de mes; es decir, cuando el banco liquida las cuotas de las tarjetas, préstamos y comisiones periódicas.
En caso de que la cuenta quede en números rojos, se activan una serie de comisiones de forma simultánea.
En primer lugar, se aplica una comisión por reclamación de la posición deudora. Esto significa que nuestro propio banco nos cobra por avisarnos de que la cuenta se ha quedado en números rojos. Ésta es, quizá la comisión más dolorosa, dado que se trata de una cantidad fija que puede llegar a alcanzar los 45 euros, según el banco de que se trate.
Se aplica con independencia del importe que figure en terreno negativo. De forma que, unos pocos euros de deuda pueden llegar a salirnos muy caros. Además, debes tener en cuenta que, en caso de que la situación se mantenga al mes siguiente, el banco puede volver a aplicar la misma comisión para advertirnos, de nuevo, de la existencia de la posición deudora en nuestra cuenta.
El apercibimiento puede tener lugar por muchos medios. Tradicionalmente, se realizaba por medio de correo ordinario, si bien actualmente, también es frecuente que se utilice la mensajería a través de teléfono móvil.
Para ser justos, conviene señalar que determinados bancos -siempre de acuerdo con el criterio de tu gestor personal- pueden llevar a cabo un aviso telefónico prematuro, con el fin de resolver el problema inmediatamente y evitar el pago de las comisiones. Ten en cuenta que no es la regla general sino, más bien, una excepción a la misma.
En segundo lugar, hay que afrontar la comisión por descubierto. En este caso, se trata de un porcentaje relativamente reducido que suele rondar el 4%-5%. El problema es que, contractualmente, se suelen establecer importes mínimos para la aplicación de esta comisión. En la actualidad, esto puede suponer hasta 18 euros de gasto añadido por habernos quedado en números rojos, aunque la deuda pudiera ser insignificante.
Finalmente, también puede aplicarse un interés de demora, en aquellos casos en los que la deuda no sea saldada de forma inmediata. Dicho interés es el más elevado, si bien no suele establecerse una cantidad mínima. Por ese motivo, no tiene un gran impacto en aquellos casos en los que los números rojos representen un importe reducido. Sea como fuere, el interés suele estar algo por encima del de las tarjetas de crédito; esto es, un 28% TAE.
Contratar un minicrédito es más económico que un descubierto bancario
Un rápido vistazo a las comisiones habituales de los minicréditos rápidos, como los que podemos encontrar en el comparador online dinero-rapido.eu, nos permite confirmar que, efectivamente, pueden resultar más económicos que pagar las comisiones generadas por un descubierto bancario.
Por supuesto, para ello, será necesario mantenerse dentro de ciertos límites. De lo contrario, el remedio terminará siendo peor que la enfermedad.
Por un lado, existe una buena cantidad de mini préstamos que son ofrecidos de forma gratuita a los clientes nuevos. Habitualmente, los importes a solicitar suelen alcanzar un máximo de 300 euros.
Un mini crédito por un importe de alrededor de 300 euros y a devolver en una semana puede implicar unos honorarios de en torno a los 20 euros, mientras que si lo devolvemos al cabo de 30 días, dichos honorarios se elevan a 80 euros.
En el caso de que el minicrédito sea un importe mucho más modesto como, por ejemplo, 50 euros, los honorarios en los plazos anteriormente indicados se situarán entre 5 y 15 euros.
Se trata de cifras aproximadas a partir de la media del sector.
Como puedes comprobar, el coste de un mini préstamo está directamente relacionado con el importe solicitado y el plazo de devolución del mismo. Cuando mayores son estos factores, más elevados serán los honorarios.
Si lo comparamos con las comisiones generadas por un descubierto bancario, resulta sorprendente descubrir que éstas pueden llegar a ser bastante más elevadas. Esto se debe a los importes mínimos de las comisiones, los cuales terminan encareciendo los descubiertos más pequeños.
De hecho, los intereses de demora son los menos relevantes en esos casos. Todo lo contrario que en con los mini créditos, donde el periodo de devolución del dinero es un factor clave.