El edificio que albergaba la antigua sede de Banesto, ubicado en la calle Roldán y Marín, número 1, se convertirá en centro de dinamización turística tras la adquisición por parte de la Diputación Provincial, que invertirá 400.000 euros en obras de rehabilitación. Aunque el proyecto está “muy avanzado”, según adelantó el presidente de Diputación, Francisco Reyes, en la visita del pasado mes de marzo, se hará “definitivo” cuando impliquen al sector turístico en las ideas que tienen para su distribución. Desde la Asociación de Empresas de Alojamientos y Hoteles de la provincia proponen que se convierta en un “edificio vivo”, que dinamice el centro de la ciudad. “No queremos que sea un mero edificio administrativo que cierre a las tres de la tarde”, valora el consejero Juan Manuel Camacho.
Propone la incorporación de experiencias turísticas en tres dimensiones y un cajero desde el que durante las 24 horas del día se puedan expedir entradas para eventos culturales que se celebren en cualquier punto de la provincia.
En cuanto a la iluminación, señalan la necesidad de que sea “artística”. Por otra parte, los hoteleros jienenses apuntan a que sería positivo que desde el centro de dinamización turística se expidiera el pasaporte turístico provincial, con el fin de “favorecer el tránsito de turistas de unas localidades a otras en la provincia, crear sinergias entre todos los municipios y divulgar más ampliamente todos los destinos provinciales”.
El edificio aportará al sector turístico un espacio de uso público, donde se puedan realizar cualquier tipo de actos, así como encuentros de formación en torno al turismo. Además, las instalaciones acogerán el área de Turismo de la Diputación y será un espacio de referencia para quienes vengan a visitar la ciudad e, incluso, para quienes viviendo en Jaén, ya que podrán conocer la oferta turística de la provincia.
Diputación ha realizado una inversión de 2,4 millones de euros y recuperará un edificio emblemático de la capital para ponerlo a disposición de la ciudadanía.
El edificio se construyó en los años cuarenta y es uno de los que aún conserva parte de la antigua fisonomía urbana del Paseo de la Estación de la ciudad.
