Las obras de reordenación de la Plaza Belén afrontan su recta final. Nueve meses después de que los operarios de la empresa Gyocivil metieran mano al espacio destinado en su día a albergar la Ciudad del Flamenco, y que hasta el pasado verano venía siendo un parque de jaramagos, con serios problemas de salubridad, su metamorfosis no puede ser más evidente. Esta vez las máquinas llegaron para quedarse y los resultados saltan a la vista. La reordenación, regeneración y recuperación de una superficie global de unos 9.600 metros metros cuadrados, entre la plaza en sí, de unos 3.000 metros cuadrados- y las seis calles adyacentes ya es apreciable, conforme lo previsto en el proyecto original. Los trabajos, que tienen una inversión de un millón de euros, avanzan en tiempo y forma y, a falta de un mes según el calendario previsto, la obra está prácticamente finiquitada con las zonas de estancia perfectamente definidas, como las gradas, la zona de auditorio, la escalinata o la pavimentación interior de la plaza.
Lo mismo ocurre con la reurbanización de las calles perimetrales adyacentes como son San Honorio, Tres Caídas, Rompechapines y Luis de Isasi, ya abiertas, quedando sólo pendiente la calle Barranco, por ser el acceso a la obra, y la intervención en Doctor Lillo, así como otros remates en un enclave que llevaba muchos años con estas vías de accesos cortadas. Destacable también es el resultado de la ejecución de una pavimentación como plataforma única situando al mismo nivel la zona central para vehículos y peatones y cómo se ha jugado con los desniveles existentes para crear distintas terrazas y espacios para usos múltiples, como el auditorio al aire libre, zona de arbolado, y espacios de esparcimiento. Precisamente, semanas después de que se instalara un parque infantil de más dimensión a los que suelen verse en Jerez, esta semana se procedía a la plantación del arbolado, que aún se tiene que ir completando y a la instalación del mobiliario urbano. Ya hay bancos aún embalados en la plaza y también han llegado las máquinas del parque biosaludable que irá en la zona. De igual manera, aunque no está funcionando, ya se ha instalado también el alumbrado público, mientras que está previsto que próximamente la alcaldesa realice una nueva visita a las obras que seguramente será una de las últimas antes de su apertura.
Este proyecto ha sido una reivindicación histórica de la Asociación de Vecinos del Centro Históricos y están encantados con el resultado, pero reconocen que les hubiera gustado que el cerramiento que rodea al perímetro de la plaza fuera más alto y que se pudiera cerrar por las noches para protegerlo. Se lo pidieron tanto al Gobierno local del PP, como al actual del PSOE, pues les preocupa seriamente su mantenimiento y que el espacio se convierta en un caramelo para los vándalos. Salvando esta obra, el presidente del colectivo vecinal, Alejandro González, recuerda que este proyecto “no va a tapar las carencias” que tiene el centro histórico.
El museo del flamenco y pisos turísticos
El Gobierno local ha destacado en los últimos meses el creciente interés tanto de particulares como de empresas privadas por promover iniciativas de reforma y rehabilitación de inmuebles en desuso en el centro histórico, contribuyendo así a crear un efecto dinamizador en la zona y a generar actividad económica. La reordenación de la Plaza Belén es clave para atraer inversiones y, sin lugar a dudas, uno de sus grandes atractivos será el futuro Museo de Flamenco de Andalucía que albergará este espacio y cuyo proyecto base para su construcción será presentado en tres semanas por la Junta, pues se prevé en julio ya quede vacía la última finca que estaba ocupada por su propietario.
Por otro lado, la Junta de Gobierno Local aprobó a mediados de abril la licencia de construcción de un edificio de 4 apartamentos turísticos en la calle Doctor Lillo, en el entorno de la Plaza Belén. El establecimiento contará con una superficie de unos 300 metros cuadrados y una inversión aproximada de 165.000 euros.
