La Coordinadora Feminista de San Fernando ha puesto en marcha una año más una campana de concienciación contra las agresiones machistas como el acoso, la violencia sexual y la violencia física.
“Las fiestas deberían de ser un espacio de diversión; sin embargo se convierten en un espacio para el todo vale, donde el alcohol y las drogas excusan comportamientos que en otros momentos no serán justificados de ninguna forma”, dicen en un díptico distribuido estos días.
Entienden el acoso como las actitudes sexistas sin contacto físico, no deseadas y que incomodan. Piropos, insultos, baboseo, invasión de espacio, humillaciones, gestos sexuales ofensivos, ser perseguidas…
Las agresiones que persiguen humillar o someter a una persona, los tocamientos no deseados con o sin fuerza, la insistencia en tener relaciones… son definidas como violencia sexual, mientras que agarrar, empujar, golpear… entran en la catalogación de violencia física.
El objetivo es el empoderamiento de la mujer, demostrar que las mujeres no son débiles ni necesitan que las protejan y que cuentan con ellas mismas y con las mujeres que las rodean.
También se busca la solidaridad de las demás mujeres, de forma que si tocan a una las tocan a todas y si alguien ve una agresión que la denuncie.
La visibilidad es una de las claves, por lo que las promotoras de la iniciativa piden que lleven un lazo morado a la concentración que tendrá lugar en la portada de feria a las 21.30 horas de este miércoles bajo el lema Queremos ser libres, no valientes.
En este sentido entienden que visualizar el brazalete morado sirve como elemento disuasorio de las agresiones mientras que concienciar contra la violencia machista la reduce.
Las pautas de actuación ante una agresión son claras. Primero advertir al agresor que está realizando una agresión machista y que la persona agredida se siente violentada. En segundo lugar, explicar de manera clara y pacífica que si persiste en su actitud la obligará a tomar otras medidas e instar al agresor a separarse de la persona agredida.
En caso de que este comportamiento no dé resultado o la agresión sea muy grave, se recomienda llamar al 092 que es el de la Policía Local; al 112, Emergencias o a Atención a las víctimas de violencia de género a través del 016.
