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España

Borrell dice que 34.000 llegadas de inmigrantes "no es tanto"

Asegura que el Gobierno está trabajando "muy duro" por un Brexit acordado, porque de lo contrario "España sufrirá"

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  • Borrell. -

El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, considera que los alrededor de 34.000 inmigrantes irregulares que han llegado por mar a España este año "no es tanto", y ha señalado que, tras el "pico" registrado en verano, como suele suceder en verano, "ahora las cosas parecen volver a una situación estable".

En una entrevista emitida este martes por la BBC, recogida por Europa Press, el ministro ha reconocido que la cifra supone un aumento considerable desde los 22.400 de 2017, pero ha llamado a mirar las cifras en términos absolutos ha descartado que la política migratoria se vuelva contra el Gobierno como le sucedió a la canciller alemana, Angela Merkel, en 2015: "Ella tuvo 1,5 millones, nosotros estamos hablando de 34.000".

El ministro ha defendido que lo que hay que hacer es una "distinción clara y rápida" entre los solicitantes de asilo y los inmigrantes irregulares, y "enviar de vuelta a quienes no tienen derecho de asilo". A su modo de ver, la gente tiene que entender que con la demografía actual los inmigrantes son necesarios, pero "de manera regular y organizada".

También ha descartado que las decisiones del Gobierno español de recibir en España buques que habían salvado inmigrantes del mar y que fueron rechazados por Italia vayan a crear un efecto llamada. "Europa es un imán para la juventud africana, vaya a Senegal, ponga la tele, ahí está el imán, no hace falta más", ha argumentado.

En todo caso, ha asegurado que si el Gobierno termina enfrentándose a algún problema político por su política de inmigración lo afrontará. "Podemos cometer errores, pero nuestra idea está clara", ha señalado, añadiendo que no buscan "el aplauso" sino "presentar las cosas de manera racional".

"EN ESPAÑA NO HAY LE PEN NI ORBAN"

Preguntado por el rechazo de una parte de la población, ha contrapuesto los "sentimientos" y la solidaridad que han mostrado muchos alcaldes. "En España no hay (Marine) Le Pen, ni (Viktor) Orban, ni (Matteo) Salvini, ni el nuevo primer ministro de Austria, ni (Geert)Wilders", ha proseguido.

Además, ha defendido que el Gobierno de Pedro Sánchez, representa "una posición fuerte pro europea y antipopulista" y que lo que pretendía acogiendo el Aquarius fue "producir una especie de electroshock" en un momento en el que los europeos miraban para otro lado "sin ayudar a Italia". Es más, ha dicho que él entiende a los italianos, porque durante mucho tiempo Europa los "ha dejado solos" con la inmigración.

Por otro lado, ha asegurado que el Gobierno español está "trabajando muy duro" y poniendo sobre la mesa "propuestas constructivas" para conseguir que haya un Brexit acordado, porque de lo contrario "España sufriría". Eso sí, ha dejado claro que la UE no puede aceptar que Reino Unido escoja mantener solo algunas de las cuatro libertades europeas (la de mercancías) y rechace otras (la de personas).

"EUROPA ES UN PROYECTO POLÍTICO, NO UN SUPERMERCADO"

"Claramente, no", ha zanjado el ministro, precisando que las cuatro libertades (mercancías, servicios, capitales y personas) no son divisibles. "Europa es un proyecto político, no es un supermercado donde coges esto o aquello, o eres parte de él o no lo eres, y si no lo eres, tendremos las mejores relaciones posibles", ha resumido.

Por último, ha reconocido que los partidos socialdemócratas han "cortado los vínculos con las clases populares" y han perdido capacidad de movilización, y deben trabajar en resolverlo. De hecho, cree que los Gobiernos de España y Portugal pueden suponer una "renovación de la socialdemocracia" aunque no será "de la noche a la mañana".

Además, ha reconocido que él mismo forma parte de una "élite", un "nómada cosmopolita" que viaja, exministro y expresidente de la Eurocámara, pero ha dicho entender que la gente que se ha visto "dañada por los efectos de la globalización no se sienta protegida por la socialdemocracia".

Sin embargo, está convencido de que "eso puede arreglarse" y ese es en parte el mensaje del Gobierno de Pedro Sánchez, que incluye "mucha gente joven".

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