Un estudio desarrollado por investigadores de las universidades de Granada y Cádiz ha demostrado que la biodanza, que combina música, movimiento y emociones, ayuda a reducir hasta en un 16 % el dolor agudo en mujeres que sufren fibromialgia.
La biodanza es una estrategia terapéutica que combina música, movimiento y emociones para inducir vivencias integradoras o experiencias y momentos vividos por los participantes del grupo y se ha convertido en una terapia novedosa y complementaria que aún se encuentra en proceso de evaluación científica.
Un estudio realizado por investigadores de las universidades de Granada y Cádiz ha demostrado que la biodanza resulta efectiva para reducir la gravedad del dolor agudo en mujeres con fibromialgia.
En la investigación, que publica la revista Pain Management Nursing, han participado 27 enfermas de fibromialgia que se han sometido a doce sesiones, una semanal, todas de dos horas de duración y divididas en dos partes.
Por un lado, una fase verbal de 35 a 45 minutos destinada a alentar a las participantes a expresar sus sentimientos, y la propia actividad -de entre 75 y 80 minutos de duración, que consistió en terapia de movimiento y danza expresando las emociones provocadas por las canciones, la proximidad y la retroalimentación de las otras compañeras
Los resultados han mostrado una disminución general del 16 % del dolor agudo entre antes y después de cada sesión y han evidenciado una reducción de la gravedad del dolor acumulado durante la duración del programa.
"Es de interés que las mejoras fueron mayores en aquellas enfermas con mayor intensidad de dolor en la sesión previa y menor porcentaje de grasa corporal", ha explicado el autor principal del estudio, Víctor Segura Jiménez.
Este ha sido el primer estudio dedicado a investigar los efectos de la biodanza sobre la gravedad del dolor agudo en cada sesión y la gravedad acumulada del dolor a lo largo de la intervención en mujeres con fibromialgia.
La intensa carga emocional de la biodanza podría ser una pista para promover mejoras en factores psicológicos como las estrategias para afrontar la ansiedad y la depresión, y ayudar a la vez a reducir la severidad del dolor y mejorar la sintomatología.
"Nuestro estudio resaltó que se debe alentar a las pacientes a asistir a las sesiones de intervención en aquellos días en que sufren dolor más intenso, porque obtendrán mayores beneficios", ha destacado Segura Jiménez.
Los responsables del estudio han recalcado además la necesidad de lograr que los médicos recomienden a los pacientes ser físicamente activos porque esa actividad puede ayudarles a enfrentar su enfermedad.