El cementerio de Santa Ana de Marmolejo acogió ayer el acto de inhumación de cuatro de las cinco víctimas de la represión franquista que tuvo lugar en el cortijo de la Loma Candelas de esta localidad jienense. Hasta que fueron exhumados e identificados, los restos mortales de estas personas han permanecido en una fosa común.
Coincidiendo con el 75 aniversario de este suceso, se ha recordado la muerte de Baldomero Arévalo García (de Marmolejo), de los hermanos Manuel y Mateo Alcalá Cabanillas (de Bujalance) y del casero del cortijo, Ramón Lara Gómez (también de Marmolejo). La quinta víctima, cuyo cuerpo habría sido trasladado en su día, es Juan Cachinero Montoro, natural de Cardeña (Córdoba).
Junto a familiares y amigos, el acto contó con la participación de la delegada del Gobierno andaluz en Jaén, Ana Cobo, además del alcalde, Manuel Lozano, de la vicepresidenta de la Diputación Provincial, Pilar Parra, y del presidente de la Asociación Memoria Histórica de Jaén, Miguel Ángel Valdivia, entre otros. Ana Cobo recordó que Andalucía es "pionera" en materia de políticas de Memoria Histórica, con el trabajo "científico y riguroso", en colaboración con universidades en más de 40 fosas, la recuperación de más de 840 cuerpos en los últimos años y la elaboración de un mapa de fosas".
Además, mostró su satisfacción ante este acto que supone "justicia para las víctimas y reconocimiento moral para sus familiares". Igualmente, hizo hincapié en "la parte más humana" de este reconocimiento, haciendo referencia a los familiares, "para los que era muy doloroso saber que su marido, padre o tío se encontraba en una fosa común y que ahora reciben una sepultura digna".
Las labores de exhumación se desarrollaron desde noviembre de 2016 en una fosa del cementerio de Marmolejo, en la que se confirmó la presencia de cuatro cuerpos, que corresponden a los maquis asesinados en enero de 1944 en el cortijo de Loma Candelas, junto con el casero.
El Consistorio solicitó la realización de la exhumación, estudio antropológico e identificación genética a la Junta de Andalucía, que ha colaborando sólo con la subvención de 6.000 euros concedida por la Dirección general de Memoria Democrática, sino con la contratación del equipo técnico y el análisis de los restos en la Universidad de Granada, entre otras acciones.
