La Delegación de Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz colocará en los próximos días una malla de seguridad en la fachada de la Casa de Iberoamérica por motivos de seguridad. El pasado 1 de febrero se produjeron caídas de cascotes procedentes del recercado de uno de los huecos de la ventana de la fachada principal. El técnico de la Delegación Municipal Urbanismo que realizó la inspección decidió notificarlo a los bomberos que se personaron allí, efectuaron un saneado de urgencia y vallaron el acceso al vestíbulo de entrada, permitiendo el paso por uno de los laterales.
Sin embargo, a la luz de un nuevo informe se ha decidido clausurar la entrada principal para proceder en los próximos días a colocar una malla de seguridad que estará colocado hasta que termine la obra de reparación.
Los técnicos municipales han detectado un deterioro de los elementos estructurales y ornamentales tanto de la piedra arenisca como de las reconstrucciones realizadas por la pérdida de masa de la piedra. Debido a la erosión del viento, la lluvia, la humedad y los cambios de temperatura, la zona comprendida entre los arcos de entrada y la cornisa principal se encuentra en una fase de deterioro.
A pesar de que la zona fue saneada de urgencia por los servicios de bomberos ese mismo 1 de febrero, existen riesgo de caída en las zonas de piedra que, aunque puedan tener un tamaño mediano son peligrosos si se produce la caída. Además se observan zonas agrietadas en las juntas entre piezas que han traspasado a algunos de los sillares de piedra arenisca.
Es por ello que el pasado viernes, 15 de febrero, se decidió prohibir la entrada por la fachada principal y habilitar una de las puertas laterales (la que da a la calle de la peña de La Perla) para que tanto visitantes como el personal que trabaja en la Casa de Iberoamérica puedan acceder con normalidad al edificio.
El edificio de la Cárcel Vieja, denominado actualmente la Casa de Iberoamérica, comenzó a construirse en el siglo XVIII, con planos del arquitecto Torcuato Benjumeda. Las obras comenzaron en el año 1794, aunque fue inaugurada (aún sin terminar) un año más tarde. Las obras fueron terminadas en el año 1836 bajo la dirección del arquitecto Juan Daura, pero quedó una parte por completar –la más cercana al mar– que no se terminaría hasta el año 1990, cuando se realizó una restauración para que albergara los juzgados de la ciudad.
El edificio fue sede de los Juzgados desde mayo de 1991 hasta 2006. Una vez devuelto la propiedad el inmueble al Ayuntamiento se realizó otra gran reforma para acondicionarlo como Casa de Iberoamérica y ésta fue inaugurada en enero del año 2011