Un numeroso público asistía en la noche de este miércoles, 20 de febrero, al teatro Martínez Montañés con motivo de la presentación de la magna obra Callejero XXI (Alcalá la Real), cuyos autores son el cronista oficial de la ciudad, Domingo Murcia, y el investigador Antonio Heredia. Tal y como los mismos autores indican “nuestro Callejero es un viejo proyecto que comenzamos hace algunos años; la complejidad de su contenido, nuestra meticulosidad, las circunstancias adversas de nuestra salud, la inconstancia y la desidia que a veces afloran sin desearlo, la problemática de la financiación, etc, han provocado el retraso. Pero, por fortuna, el ambicioso proyecto ha salido adelante, gracias, especialmente, al empeño de sus autores, y al apoyo encontrado en las autoridades locales”. El Ayuntamiento de Alcalá se ha hecho cargo de la edición de esta obra de gran formato, que supera las 420 páginas, y que, en su presentación, se ponía a la venta al precio especial de 10 euros, si bien está previsto que el precio del resto de la edición sea de 20 euros. Se ha realizado una tirada de mil ejemplares.
Para explicar el propósito con el que nace la obra, nuevamente nadie mejor que sus autores. “Pretendemos presentar a los interesados y a las nuevas generaciones, una Alcalá la Real de las primeras décadas del siglo XXI, sin demasiado esfuerzo para el consultante, pues la abundancia de fotografías nos aproxima ya, con facilidad, a la realidad actual”. Las deducciones de la investigación se han complementado con el trabajo de campo y “admitimos que puedan encontrarse errores, pero lo que ha llegado a nuestras manos ha sido contrastado y analizado minuciosamente, siempre con el decorado de fondo de la veracidad, apoyada en los documentos y en nuestra modesta interpretación”.
En cuanto a la estructura del libro, este se divide en barrios y las calles “aunque existen más en número, corresponden al listado oficial municipal”. En cada vía puede encontrarse información sobre los antecedentes, nominaciones, acuerdos y elementos a observar. No faltan, en donde se precisa, las conexiones en los nombres de nuestras calles con lo local, ya sea con nuestros ilustres, ya sea con los acontecimientos específicos. Por otro lado, se ha completado el libro con capítulos dedicados a parques y jardines, nuestras aldeas y polígonos industriales, y cerrando, una serie de anexos. “Aunque de algunas vías hay más información, hemos procurado igualarlas, con la pequeña licencia de extendernos algo más en las más destacadas histórica o estratégicamente”. En definitiva, y como bien resumen Domingo Murcia y Antonio Heredia, “no solo pretende informar con rigor, sino distraer a los lectores con un libro seductor, casi de deleite, en torno a la familia y a la mesa-camilla”.
