El expresident de la Generalitat Artur Mas ha reconocido este miércoles ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo su asistencia a reuniones informales a lo largo de 2016, convocadas por su sucesor en cargo, Carles Puigemont, y a las que asistieron también otros encausados en este procedimiento como el exvicepresident Oriol Junqueras, los exconsejeros Raül Romeva y Jordi Turull o la expresidenta del Parlament Carme Forcadell. En estos encuentros trataron sobre el referéndum y la Ley de Transitoriedad, y se habló de que "lógicamente" tendrían poco recorrido porque serían anuladas por el Tribunal Constitucional.
La existencia y contenido de estas reuniones han consumido gran parte del interrogatorio del ex mandatario, que ha sido el segundo testigo en comparecer en la vista a petición de la acusación popular ejercida por Vox y varias de la defensas.
No obstante ha sido el fiscal Javier Zaragoza el que ha logrado centrar la intervención interesándose de forma especial por los encuentros, en los que también estuvieron presentes según ha reconocido Más el que fuera número dos de Junqueras, Josep María Jové o la huida de la Justicia Marta Rovira.
Mas ha insistido en varios momentos del interrogatorio en que su voluntad era explorar todas las vías posibles de acuerdo con las autoridades del Gobierno central y que aconsejó elecciones ante la dificultad de llevar a término el plan independentista.
También ha reconocido que el mandato de la ciudadanía y el reflejado en la mayoría parlamentaria era "muy claro". Y ante la imposibilidad de de encontrar vías de acuerdo con el Estado "no se pararon las máquinas", ha afirmado.