Después de 14 años, casi desde que se constituyeron como colectivo vecinal, la asociación de vecinos Palos Blancos se ha visto obligada a suspender sus tradicionales talleres de baile de sevillanas y bulerías que se imparten en su sede, en el número 13 del edificio Antares, dos horas a la semana en horario de tarde. Según señalan desde la junta directiva, la comunidad de propietarios del edificio Antares ha aprobado en su última asamblea requerir al Ayuntamiento para que suspenda estas clases por problemas de ruido tras denunciar que el local no reúne los requisitos de insonorización para la impartición de esta actividad.
Una medida que ha adoptado el Ayuntamiento, a petición de los propietarios, que manda a la treintena de niñas y mayores que acuden a bailar todas las semanas con la música a otra parte, nunca mejor dicho, pese a los intentos de la asociación de vecinos por poner en marcha otras alternativas, como la colocación de moqueta que minimice el ruido. Ha sido en vano.
Lo que más lamentan es que a finales de curso, que termina en mayo, celebran cada año una exhibición en el Centro Social de La Granja en la que los más pequeños y los mayores realizan un espectáculo que ahora también peligra. Por eso, han solicitado que les dejen acabar el curso, pero tienen orden de dejar de impartir las clases este mismo mes. Según explican desde la asociación, hasta ahora no habían tenido problemas ni quejas, que han venido desde que un matrimonio mayor compró el piso de arriba recientemente.
