Un conocido, buen editorialista que ha buscado en la Sierra provincial su remanso de paz tras duras batallas laborales y, sobre todo de salud, califica a una determinada parte de la sociedad como ropasueltas y a la otra la debe denominar normal, porque nunca le he visto escribir adjetivación alguna para aquellos que, de alguna de las maneras, piensan o se manifiestan como él. Viene esto al caso porque a veces resulta difícil definir a la actual sociedad, tan fragmentada, afortunadamente, en lo que a pensamientos se refiere, porque aquello del pensamiento único quedó hace ya muchos años, tantos que algunos, muchísimos, ni lo han conocido, defenestrado. ¿Con qué sociedad no quedamos? Con aquella que se queda ante una pantalla televisiva que te da en directo a dos personas teniendo sexo en plena selva, con aquella que puede representar una chica que va a un programa de conocimiento de pareja y dice que el joven que le han presentado no le gusta porque no está tatuado, con aquella que ve un vídeo íntimo y lo pasa como si de una gracia se tratase sin saber las nefastas consecuencias que puede provocar, aquella que deja que sus hijos, adolescentes, jueguen al juego de la muerte sin conocer la trascendencia negativa que ello puede tener, con aquella en la que se atisba una falta de valores éticos y morales que te hace predecir una sociedad futura maltrecha. Nos quedamos con esa sociedad o con aquella de jóvenes enfermeras o enfermeros, médicos o celadores que se marchan a Malí en misión humanitaria o con aquella que se integra en movimientos asociativos, sean de la identidad que sean, buscando el bien común o con aquella que tiene a la familia como principal valor o aquella que gasta su ocio y su tiempo libre en movimientos como Cáritas, en su parroquias, o con aquella que ve como personas viven pendientes de sus padres impedidos o maltratados por ese mal que es el alzheimer. Con qué sociedad nos quedamos, con aquella en la que tienen cabida temas como violencia de género, drogas, maltrato a los hijos, homofobia, xenofobia, violencia o con aquella que busca la convivencia, la solidaridad, la amistad, el bien hacer...
Jerez
Una sociedad difícil de definir
Con qué sociedad nos quedamos, con la que se queda viendo a dos personas haciendo sexo en plena selva o con la que se va a Malí a ayudar
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