El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dejará de ejercer sus funciones como jefe de Estado al menos 5 días, el tiempo mínimo de recuperación recomendado por los médicos que lo sometieron este jueves a una nueva cirugía en el abdomen, la cuarta desde que fue acuchillado hace un año en un mitin electoral.
La nueva intervención, realizada con total éxito según sus médicos, corrigió una hernia de incisión de 7 centímetros de diámetro que le surgió en el abdomen por el debilitamiento muscular provocado por las anteriores operaciones, y, pese a que era considerada de media complejidad y bajo riesgo, se prolongó por cinco horas, casi el doble de lo previsto.
El portavoz de la Presidencia brasileña, Otavio do Rego Barro, afirmó en una rueda de prensa que, poco antes de la operación, Bolsonaro le transmitió el cargo a su vicepresidente, el general de la reserva Hamilton Mourao, inicialmente hasta el jueves, y que volverá a asumirlo cuando los médicos lo recomienden.
"Por norma legal el presidente le transmitió el poder al vicepresidente. La previsión es que lo ejerza interinamente por cinco días a partir del domingo. Los cinco días son un plazo técnico y no el de recuperación. Después de ese período se evaluará (si Bolsonaro retoma sus funciones), pero la decisión es técnica (de los médicos)", dijo el portavoz presidencial.
El cirujano jefe del equipo médico que operó al mandatario en una lujosa clínica particular en Sao Paulo, Antonio Luiz Macedo, no es tan optimista y prevé un plazo de al menos siete días antes de que Bolsonaro pueda viajar de regreso a Brasilia.
"Como la cirugía transcurrió de forma tranquila y sin complicaciones, imaginamos que después del alta, si podemos dársela como previsto en cinco días, el presidente podrá viajar en siete días o como máximo en diez días", afirmó el médico en la misma rueda de prensa.
"Incluso si le damos el alta técnica, tal vez él tenga que permanecer en el hospital para realizar otros exámenes", explicó.
En cualquiera de los casos, el plazo de recuperación en principio no amenaza el posible viaje del gobernante a Nueva York, ya que Bolsonaro quiere participar el 24 de septiembre próximo en la apertura de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En su posible intervención, la primera entre todos los jefes de Estado ya que la tradición de la ONU reserva ese derecho a Brasil, el líder ultraderechista quiere expresar su visión sobre los incendios forestales que se multiplicaron este año en la Amazonía y que tienen al país, principalmente al presidente, como blanco de duras críticas de ecologistas y de líderes de varios países.
Bolsonaro alega que los incendios son normales en esta época del año, que son inferiores incluso a los registrados en la década del 2000 y que entre los críticos destacan potencias mundiales que quieren desconocer la soberanía de Brasil en la Amazonía para apoderarse de sus riquezas.
Antes del posible viaje a Nueva York el presidente aún tendrá al menos una semana de tiempo para despachar normalmente en el Palacio presidencial de Planalto si las previsiones médicas se cumplen.
Rego Barros afirmó que el gobernante también puede despachar desde el hospital, en un gabinete improvisado, pero que sus actividades estarán limitadas por las propias restricciones médicas.
"En relación a las visitas, intentaremos evitar que el presidente ejerza actividades normalmente como lo hace en Brasilia porque los médicos indican que hay una necesidad de recuperación. No hay una prohibición de visitas, pero, por recomendación de los médicos, entendemos que tienen que ser evitadas", dijo Rego Barros.
"La estructura del hospital es excepcional y podemos instalarle un despacho normal pero las restricciones limitan las funciones del presidente y reducen el número de despachos que puede tener", dijo.
Según el boletín divulgado por el Hospital Vila Nova Star de la ciudad de Sao Paulo, el estado clínico del presidente es estable tras la operación, por lo que podrá recuperarse desde este mismo domingo en su habitación y no en una unidad de cuidados intensivos.
Macedo aseguró que Bolsonaro será evaluado diariamente por los médicos, que por ahora no se prevé la necesidad de nuevos exámenes de imagen, que iniciará una dieta líquida a partir del lunes y que inicialmente tendrá las visitas restringidas.
Bolsonaro recordó el viernes, cuando se cumplió el primer año del ataque, que prácticamente nació de nuevo ya que por poco pierde la vida.
El autor del ataque, Adelio Bispo, fue detenido el mismo día, pero en junio de este año la Justicia lo absolvió por considerarlo no imputable por sus problemas mentales, una decisión a la que defensa de Bolsonaro interpuso un recurso para impedir que la persona que supuestamente ordenó el ataque quede impune.