El exdelegado del Estado para la Zona Franca de Cádiz Miguel Osuna (PP), absuelto en el caso Quality Food, ha comparecido este viernes para lamentar el "calvario sufrido" durante más de quince años de instrucción y ha pedido que le dejen de utilizar como "arma política".
En rueda de prensa, Osuna, que acaba de ser absuelto por la Audiencia Provincial de Cádiz del caso que investigaba una presunta estafa cometida contra la Zona Franca cuando él era delegado, ha dicho que lo más duro "ha sido el día a día, pasear por Cádiz, y ver que la gente te ha retirado el saludo y tu familia está sufriendo".
El caso se inició en el 2004 con una denuncia que él interpuso contra el empresario Manuel García Gallardo, que años después se le volvió en contra porque la Abogacía del Estado amplió la querella y le acusó de haber participado en la estafa y en un delito de malversación de caudales públicos.
"Que el mismo abogado del Estado que me asesoraba luego me denunciase fue un auténtico disparate", ha lamentado Osuna.
El exdelegado se ha congratulado de que se haya podido poner fin a "quince años de calvario", aunque la sentencia no es firme y ya algunas partes han anunciado que presentarán un recurso ante el Tribunal Supremo, lo que alargará el proceso varios meses más.
"Mi única intención al frente del Consorcio fue crear tejido industrial, hacer polígonos, pero tuve que ponerme con proyectos ya empezados", ha relatado mientras defendía su gestión en la Zona Franca.
La sentencia del caso ha contado con un voto particular del presidente del tribunal, quien resume en un documento de 44 páginas que Osuna sí debió ser condenado por malversación puesto que, bajo su criterio, se demostró que se había beneficiado económicamente de la empresa Quality Food.
"Estamos de acuerdo con la sentencia, que es exhaustiva y detallada, pero el voto particular se basa en presunciones", ha contestado el abogado de Osuna, José María Lumbreras.
Osuna ha evitado hacer interpretaciones jurídicas y se ha limitado a desear que las acusaciones, especialmente la Abogacía del Estado que representa a la Zona Franca, no recurra el fallo judicial.
El exdelegado sí ha anunciado que actuará contra quienes quieran continuar este proceso y no le dejen "tranquilo".
"A quien quiera tocarme las narices, valga la expresión, yo actuaré y tendré que enseñar los dientes, yo sólo quiero que me dejen tranquilo", ha asegurado durante su intervención, en la que ha pedido que no le utilicen más como "un arma política".
Osuna, que es inspector de Hacienda en Córdoba, ha admitido arrepentirse de haber entrado en política, ha descartado tener ninguna nueva aspiración de cargo público y ha detallado que, aunque no sabe si sigue siendo afiliado, dejó de ser militante del PP en el 2009 cuando se fue de Cádiz.
"No sé si dónde está la sede en Córdoba", ha añadido.