La exposición ‘La Danza de la Muerte. Omnipresencia de la muerte en Holbein’ abre sus puertas en el Museo de Chiclana. Así lo han anunciado la delegada municipal de Cultura, Pepa Vela, y el director del Museo, Jesús Romero. Una muestra que estará a disposición de los visitante hasta el próximo 9 de febrero de 2020, dando comienzo ahora con motivo del día de Tosantos. Esta nueva exposición ofrece al público una muestra de trece de los 41 grabados de Holbein, realizados a partir de planchas de cobre en el siglo XIX y las imágenes van acompañadas de sus correspondientes textos, grabados también en la plancha.
La cercanía de la muerte, su constante y multiforme presencia en el mundo tardomedieval, la guerra frecuente o la peste devastadora asolando los Burgos, entre otros, explican la aparición de las llamadas danzas macabras o danzas de la muerte, que, escritas en verso y en forma de diálogo, se prestaron a ser representadas, acompañadas, por lo general, de música. Pero, más allá del estricto ámbito literario, no tardó en hallar la danza de la muerte expresión artística también.
“Entre estas obras de arte cabe destacar la serie de grabados que, bajo el nombre de ‘La Danza de la Muerte’, publica Hans Holbein en 1538. Se trata de 41 grabados en total que había ido elaborando entre 1525 y 1526 y que expresan la universalidad de la muerte que, como decía Manrique, finalmente a todos sin distinción enrasa: el rico y el mendigo, el labrador y el juez, el emperador o el papa...”, ha explicado la delegada de Cultura.
La honda reflexión que dio origen a estas creaciones y que invitaban a vivir en cristiano para morir cristianamente, cobran en Holbein un tono dinámico, sarcástico, grotesco que le da apariencia casi carnavalesca. Y no fue el único que llevó a la estampa el tema, pues poco después Heinrich Aldegraver publico su propia visión del mismo en 1541.
“La sombra de la danza de la muerte halló a lo largo de los siglos y hasta la actualidad modos de expresión en artes diversas como un memento mori incesante y siempre oportuno, hasta dar alcance incluso al cine en, por ejemplo, esas escenas finales de El séptimo sello de Bergman o en la música medievalizante de Angelo Branduardi”, ha señalado el director del Museo.