La araucaria excelsa (Araucaria heterophylla), ubicada en el patio del colegio San Luis Gonzaga, tiene un enorme valor simbólico y sentimental para la ciudad, ya que es el último ejemplar de un conjunto de tres araucarias centenarias que forman parte de la historia del centro y los recuerdos de generaciones de alumnos.
Tiene también un enorme tamaño y una situación muy precaria. Por ello, la decisión de la tala del árbol se adopta una vez conocidos los resultados de distintos informes que coinciden en el importante riesgo que representa el árbol para la seguridad de las personas, tanto del alumnado y sus familiares, como para el vecindario y transeúntes de la avenida San Luis Gonzaga debido a su gran tamaño.
Como medida preventiva para los alumnos, el personal del centro y los vecinos se ha vallado la parte del patio que rodea a la araucaria y se ha instado a no entrar en esta zona delimitada.
En paralelo, se han realizado diferentes valoraciones y estudios, entre ellos una tomografía, que indican que el árbol presenta en su tronco una herida con madera muerta de 1,20 m de altura y 0,75 cm de anchura, lo que supone el 25% del perímetro de la base afectado, además de mostrar una pudrición avanzada en el cuello de la raíz, una zona muy comprometida para la estabilidad del ejemplar, que está protegido del viento solo parcialmente por el edificio del colegio en el lado sureste.
Según el informe técnico, “el fallo del ejemplar no se espera de forma inminente ante situaciones meteorológicas normales, pero la diana es muy elevada, por lo que la probabilidad de causar graves daños en caso de fallo es muy alta”, pudiendo afectar a las alrededor de 3000 personas que pasan a diario cerca del árbol.
En orden a preservar la seguridad de las personas - según señala el informe del Área de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María- se considera justificada la tala de la Araucaria heterophylla, habiéndose solicitado al Servicio Municipal de Planeamiento y Gestión Urbanística de la ciudad su descatalogación del Inventario de Árboles Singulares en el que está inscrito, para poder realizar su tala.
Por otro lado, el centro educativo ha decidido emprender una serie de actuaciones para paliar la pérdida del árbol y mantener esta especie en el patio del colegio, tal y como la recordaba Alberti en sus versos desde el exilio americano.
