La Tierra mira a China. La epidemia del coronavirus tiene a la población mundial en vilo. Esta familia de virus que producen fundamentalmente infecciones respiratorias, algunas tan graves como neumonías, ha paralizado el planeta. Se han confirmado un total de 7.826 afectados, siendo la ciudad de Whuan el epicentro de la epidemia, aunque otros países no asiáticos como Canadá (tres casos), EEUU (cinco), Francia (cuatro) o Alemania (cuatro) también cuentan con personas afectadadas.
Cádiz no se ha quedado al margen del caos que está provocando el coronavirus. El Wuan Zall, equipo de la ciudad china de Wuhan, donde surgió el brote, llegaba este miércoles al Aeropuerto de Málaga para llevar a cabo una concentración en Sotogrande (San Roque).
A pesar del pánico que ha podido despertar la presencia de este equipo en nuestra provincia, el equipo entrenador por José González lleva entrenando en Guangzhou (situada a 1.000 kilómetros de Wuhan) desde el pasado 4 de enero, y posteriormente ha estado en Estambul, desde donde ha llegado a nuestro país.
El conjunto chino permanecerá en Sotogrande hasta el próximo 14 de febrero, ya que realizarán aquí parte de la pretemporada antes del inicio de la Superliga china.
A pesar la calma que transmite a través de la Organización Mundial de la Salud y otros organismos, el miedo está presente en la sociedad.
Ese es el caso de Francisco Antonio Macías, Catedrático de Química Orgánica en la Universidad de Cádiz, y que se dedica a estudiar la alelopatía, el lenguaje químico de las plantas. En concreto, su trabajo consiste en ver como las plantas se relacionan con los seres vivos que la rodean.
Este catedrático tenía previsto ir a un Congreso de fitomedicina y alimentos en la ciudad de Xian, a 781 kilómetros de Wuhan, entre los días 25 y 29 junio, donde a priori dará la conferencia inaugural, aunque reconoce que ahora mismo tiene algo de miedo.
“Xian está a un tiro de piedra de Whuan,” y aunque “espero que para junio todo esté más controlado” ahora mismo “estoy pensando que hacer”.
“Lo que tengo claro es que mi familia me podrá dejar ir, pero entrar quizás sea más complicado”, bromea, aunque afirma que “ellos me dicen que no vaya”.
Al igual que este catedrático, hay multitud de personas que están cancelando sus viajes al país asiático, pero ¿Cómo es la vida ahora mismo en China?
Cogemos un (imaginario) avión y en Shanghái nos atiende Pablo Arellano, un gaditano que lleva dos años viviendo en esta ciudad china.
Señala que “estamos bien, seguimos las recomendaciones de la OMS y del gobierno” que consisten en “salir poco a la calle, evitar multitudes, salir siempre con mascarillas y lavarse siempre las manos”.
Apunta a que el gobierno, en esta ciudad que se encuentra a 839 kilómetros de Wuhan, “ha recomendado cerrar los lugares turísticos y retrasar la vuelta al trabajo para evitar lo máximo posible el riesgo de contagio”.
“Todo el mundo está siguiendo las recomendaciones” ya que “los centros comerciales y las calles están casi vacías” algo “muy complicado en Shanghái”.
“Aquí no hay cuarentena y las tiendas siguen estando abastecidas”, comenta, aunque reconoce que “lo más difícil de encontrar son mascarillas y el desinfectante de manos”.
Por último, apunta que “estamos en alerta, tomamos las precauciones necesarias”. En su ciudad, de 26 millones de personas, “hay unos cien casos de personas afectadas por el coronavirus”.
