El trebujenero Nani suplió al jerezano Rubén Pérez Herrera como entrenador del Rayo Sanluquño en el transcurso de la segunda vuelta. Ha estado pocas semanas al frente del equipo rayista, que se marcaba en el tramo final de la Liga certificar la permanencia en la Segunda Andaluza. La expansión del coronavirus en España y en el resto del mundo no sólo propició el cierre de las instalaciones deportivas sino de las competiciones, tanto en fútbol como en otros deportes.
Ya no es pensar en lo que pueda venir sino en la desconfianza de la genteEl de la Ciudad del Mosto entiende que “por lo que se dice la temporada ya se ha terminado. Ya no hay que mirar ni clasificaciones sino la salud de todos, la de nuestros hijos, la de los abuelos. Habrá que esperar bastante el día en el que todos podamos volver a estar juntos. Estaremos un tiempo alejados de la gente, ya no es por lo que venga sino por la desconfianza”.
De su pueblo muestra su alegría porque “no ha habido fallecidos y toco madera. Muchos trebujeneros trabajan en Hospitales de toda España”.
Del contacto con sus jugadores dice que “no he visto a ninguno pero se debe sobre todo porque soy de Trebujena. He estado en Sanlúcar por mi trabajo pero ni por esa. He estado poco tiempo en el Rayo Sanluqueño y he tenido poco tiempo para adaptarme a este club. Hablar de seguir o no la próxima temporada es un tontería. Ahora mismo no pienso en el fútbol, que es secundario. Lo más importante es la salud de todos. Si siguiera me gustaría que el club se marcara unos objetivos diferentes. Es una pena ver en la situación en la que se encuentra deportivamente cuando llegó a militar en la Tercera División junto al Atlético Sanluqueño”.
De lo que viene por delante señala que “a lo mejor dentro de dos meses pienso otra cosa porque me gusta ser optimista pero está muriendo mucha gente. Te das cuenta en estas situaciones lo imporante que es la familia y las amistades”.
