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Sevilla

Taparon la fosa del crimen de Dos Hermanas pero callaron por "miedo"

Los tres obreros que sepultaron los cadáveres testifican que el Pollino les vendía droga y que les encargó tapar con mortero la tumba

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  • oaquín Begines, padre de la niña asesinada junto a su madre en el triple crimen de Dos Hermanas. -

En el marco del juicio con jurado que celebra la Audiencia de Sevilla por los asesinatos del ciudadano turco Yilmaz Giraz, su pareja Sandra Capitán y la hija de esta última; tres obreros han testificado este lunes que Ricardo G.H., alias el 'Pollino' y dueño de la casa de Dos Hermanas donde fueron sepultados los cadáveres, les vendía droga y les encargó tapar con mortero la fosa de dicha vivienda ya rellena de hormigón donde fueron hallados los cuerpos, sintiendo "miedo" de revelar tal extremo cuando fueron conscientes del caso. Además, un cabo de la Policía Nacional ha manifestado que al poco de comenzar la investigación, la misma ya apuntaba a un "ajuste de cuentas".

La sesión de este lunes ha comenzado con el testimonio de Josefa Capitán, madre de Sandra y abuela de la hija de sólo seis años de esta víctima mortal del conocido como triple crimen de Dos Hermanas, por el cual están acusados Ricardo G.H. alias el 'Pollino', su padre Ricardo G.G. alias 'el Cabo'; la esposa de este último, Joaquina H.J., la mujer del 'Pollino', Elisa F.M.; Manuela M.O. como supuesta intermediaria; David Ramón H.P., conocido como 'el Tapita'; y su amigo José Antonio M.B., alias 'Quino'.

La Fiscalía considera que "todos ellos participaron en menor o mayor grado en el secuestro y asesinato" a tiros del turco Yilmaz Giraz, su pareja Sandra y la hija de esta última, cuyos cadáveres fueron descubiertos dentro de una fosa del baño de la vivienda del número 168 de la calle Cerro Blanco de Dos Hermanas, propiedad del 'Pollino'.

Josefa Capitán ha relatado que a fecha de 16 de septiembre de 2017, cuando fueron perpetrados los crímenes, ella era consciente de que su hija Sandra estaba embarazada de nuevo, asegurando desconocer a qué se dedicaba Yilmaz Giraz o si tenía "problemas con alguien", después de las alusiones de testigos según los cuales el 'Pollino' reclamaba una deuda de unos 20.000 euros a este ciudadano turco otrora investigado por tráfico de sustancias estupefacientes.

La madre de Sandra Capitán ha rememorado que el día previo a los hechos, la hija de esta última, Lucía, de sólo seis años, había sufrido un accidente mientras jugaba y le había sido escayolado un brazo, explicando que Sandra tenía pensado asistir la jornada de los hechos a un "cumpleaños" pero la situación de su hija le hizo cambiar de opinión.

La mañana de aquel 16 de septiembre de 2017, según ha recordado visiblemente emocionada, conversó por teléfono sobre las 11,30 horas con su hija y su nieta, tras lo cual ya por la tarde Joaquín Begines, el padre de la niña y otrora pareja de Sandra, le telefoneó para advertirle de que había acordado con su expareja recoger a la niña esa tarde según le correspondía, pero no tenía noticias de ellas porque no respondían al teléfono.

"MUY MAL PRESENTIMIENTO"

Aunque ella tampoco logró contactar con ellas, según ha rememorado, en ese momento pidió a Joaquín Begines que "no se preocupase", si bien al persistir la situación, la mañana del domingo 17 de septiembre de 2017 acudió con Joaquín al domicilio de Bellavista que habitaban Yilmaz Giraz, su hija Sandra y la hija de esta última. Tras comprobar que los coches de ambos estaban estacionados en las inmediaciones y que dentro de la vivienda había comida a medio preparar, fue cuando tuvo "un presentimiento muy malo".

Tras denunciar las desapariciones, según la madre de Sandra Capitán, colaboró con la Policía Nacional y con los familiares de Yilmaz Giraz llegados desde Turquía, sufriendo "amenazas y coacciones" en determinados momentos.

Vanesa, hermana mayor de Sandra Capitán, también ha negado conocer a qué se dedicaba Yilmaz Giraz, coincidiendo en que Sandra Capitán tenía previsto asistir a un cumpleaños aquel 16 de septiembre de 2017, tras lo cual ha testificado Joaquín Begines, ex pareja de Sandra y padre de Lucía, quien ha explicado que la mañana del día de los hechos conversó con Sandra vía WhatsApp y acordó con ella recoger a la niña sobre las 16 horas, si bien cuando después intentó contactar con ella su teléfono estaba "apagado.

Tras ello, según ha relatado, comunicó tal extremo a Josefa Capitán y ya al día siguiente acudió con ella a la vivienda de Bellavista que compartían Yilmaz Giraz y Sandra, interponiendo finalmente la correspondiente denuncia por la desaparición de estas personas.

EL ENCARGO DEL 'POLLINO'

Después han prestado declaración también como testigos tres varones que han admitido conocer al 'Pollino', su padre, su madre y su mujer, todos ellos acusados por los asesinatos, de "chapuzas" que realizaban para ellos y de comprarles droga, extremo este último que uno de ellos ha circunscrito al 'Pollino' y su mujer.

Uno de ellos ha relatado que el 'Pollino' le llamó el 18 de septiembre para encargarle una obra en el baño de la vivienda donde fueron hallados los cadáveres, pues tenía que tapar "un agujero" derivado de una obra de "saneamiento" que había realizado para reparar una "avería de fontanería", explicándole el 'Pollino' además que pretendía vender la casa, según su testimonio.

Para dicho encargo, este varón incorporó a los otros dos testigos con los que realizó dicha obra, uno de ellos primo suyo, coincidiendo todos ellos, groso modo, en que el fondo del agujero del cuarto de baño de la vivienda que habían de tapar ya estaba relleno de hormigón cuando ellos llegaron y el hormigón estaba incluso seco.

A grandes rasgos, estos tres conocidos del 'Pollino' y su familia han descrito cómo rellenaron el resto del agujero con mortero y lo dejaron listo para colocar las losas, ocupándose además de trasladar hasta un punto de recogida de basura o hasta otra vivienda también propiedad del 'Pollino' unos muebles y electrodomésticos del número 168 de la calle Cerro Blanco, siempre por encargo del 'Pollino'.

"MIEDO" A HABLAR

Dos de estos testigos han explicado que cuando supieron por los medios de comunicación que la Policía Nacional había registrado la vivienda donde habían trabajado a la búsqueda de los tres desaparecidos no acudieron en principio a los agentes a aportar la información con la que contaban "por miedo", mientras el restante, precisamente el que recibió la llamada directa del 'Pollino', ha alegado que estaba "demasiado impactado" y que para él pesaba que el 'Pollino' y sus familiares ya estaban detenidos.

También ha testificado un joven vecino del entorno de Cerro Blanco que un día de "mediados de septiembre" de 2017 escuchó lo que interpretó como "un petardazo o disparo" sobre las 19 o 20 horas de aquella jornada, escuchando días después a unos familiares hablar de que habían "dado un tiro al turco".

Igualmente, ha testificado un cabo primero de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional que participó en la investigación, explicando que el jefe del Grupo de Homicidios pidió su colaboración el 22 de septiembre porque la investigación por las desapariciones del turco, Sandra y su hija "apuntaba a un ajuste de cuentas", explicando que el seguimiento del 'Pollino' reveló que el mismo usaba "técnicas" deliberadas para esquivar la presencia policial.

Este agente ha admitido que en septiembre de 2017, su grupo no estaba investigando por asuntos de drogas al 'Pollino' y sus familiares, si bien según ha precisado "otros grupos" policiales sí les estaban investigando.

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