La Guardia Civil, en el marco la nueva línea de investigación que abrió el pasado año, tras solicitar previamente autorización judicial, ha retomado ahora en Aguilar de la Frontera (Córdoba) la búsqueda del cuerpo de Ángeles Zurera, que desapareció en dicho municipio en marzo de 2008.
En concreto, según han precisado a Europa Press fuentes cercanas a la investigación, la Benemérita está realizando "comprobaciones" en un solar de la antigua Cooperativa Jesús Nazareno de Aguilar de la Frontera, manteniendo así activa, como ha hecho desde un principio, la investigación de esta desaparición.
Ahora, el juzgado que reabrió el caso hace un año tras la solicitud del Instituto Armado, ha dado el visto bueno para se proceda a buscar en este amplio solar a las afueras del municipio, que, según ha informado 'ABC Córdoba', iba a convertirse en una urbanización residencial, pero cuyas obras llevan mucho tiempo paradas con acumulación de material. Ahora trabajan en la zona máquinas que se usan para la apertura de pozos.
Se ha dado el visto bueno a esta nueva búsqueda tras la paralización de los trámites judiciales por la pandemia del coronavirus, y una vez resueltas algunas diferencias sobre la contratación de la empresa encargada de los trabajos en el solar de la antigua travesía de la carretera de Puente Genil.
Fue en mayo de 2019 cuando la Guardia Civil solicitó al juzgado una nueva búsqueda en un lugar que aún no se había investigado. Con esa petición el caso, que se encontraba archivado de manera provisional, se reabrió de forma automática.
La búsqueda que solicitaba la Benemérita se vio paralizada porque el juzgado solicitó a la Consejería de Justicia que se hiciera cargo de determinar cómo se iba a efectuar esta nueva inspección, así como el pago de los efectivos necesarios cuando se produjera el operativo. El pasado mes de noviembre, tanto la familia, como la plataforma Ángeles Zurera criticaron este retraso en los trámites y pidieron que se agilizaran para poder llevar a cabo la nueva búsqueda cuanto antes.
Durante marzo de 2019 se conoció también que la familia había enviado a un laboratorio especializado los dos últimos teléfonos que había usado la mujer desaparecida. Querían conocer, con las posibilidades de investigación de hoy día, todos los posibles movimientos y manipulaciones que hubieran podido sufrir estos terminales.
Ángeles Zurera desapareció sin dejar ningún tipo de rastro en marzo de 2008. Durante meses se produjeron continúas búsquedas y rastreos de terrenos, y también en propiedades y obras en las que había trabajado su exmarido, que, de hecho, fue condenado por malos tratos que sufrió la mujer pocos días antes de la desaparición.