El comercio del centro afronta la campaña navideña más incierta y delicada de su historia con un único objetivo: sobrevivir. Las restricciones impuestas, que acaban de prorrogarse hasta el próximo 10 de diciembre, para frenar esta segunda ola del coronavirus, obligándoles a cerrar a las seis de la tarde -salvo en el caso de las jugueterías que podrán estar abiertas hasta las ocho- y la crisis del consumo, han borrado de sus planes cualquier horizonte enfocado a hacer caja, dado que, como indica el presidente de Asunico, Manuel García, de lo que se trata ahora es de “aguantar”, por lo que la supervivencia es la premisa de todo el sector de cara al 10 de diciembre, en el que esperan que las restricciones se relajen. Para entonces habrá transcurrido mes y medio del cierre perimetral de Jerez y un mes de las limitaciones horarias, unas medidas que entiende que “no son efectivas, porque los contagios no han mejorado, sino que han tenido un efecto contrario” y que, a su juicio, suponen “una ruina total a la economía”. Demasiada oscuridad. De ahí que valoren positivamente que el Ayuntamiento haya apostado por “mantener viva la navidad” montado el tradicional alumbrado. “Un mes de diciembre sin luces de navidad y sin crear ese ambiente navideño es muy triste”, apunta García, que resalta la incertidumbre con la que afrontan la cuenta atrás para la que debería ser la temporada fuerte de compras en el centro.
“La gente no sabe lo que va pasar, tiene miedo a salir, a la hora de hacer acopio de mercancías dudamos, claro, no somos multinacionales, no queremos quedarnos cortos y tener una rotura de stock. Hay mucha gente autoconfinándose”, señala tras reconocer que en su caso, en su tienda de decoración ha encargado la mitad de belenes para vender que otros años. Lo que sí resulta esperanzador de cara a estos tiempos complicados e incluso al futuro, es la mayor concienciación que están percibiendo en la población para comprar sus regalos en los pequeños negocios. Una tendencia que vienen notando desde algunas semanas y que se está reforzando con campañas institucionales a nivel local e incluso estatal.
Paseos al aire libre
“Nos genera cierta expectativa, parece que la gente se está dando cuenta de que confiar en el comercio local no es solo una cuestión de solidaridad, sino de mantener la economía. Por eso -continúa diciendo- hay que intentar comprar en el comercio tradicional y apostar ahora más que nunca. Tenemos muchos productos que en multinacionales y en Amazon valen el doble, y a lo mejor compramos ahí por inercia, por comodidad, sin ver el sobrecosto que supone”. Eso sí, Asunico siempre defiende las compras en tiendas físicas, independientemente de que haya comercios que incorporen los servicios online. “No vendemos comprar por internet, vendemos que hace falta respirar aire puro, pasear, ver el alumbrado e invitamos a los clientes a disfrutar del centro histórico, de nuestros bares. Tenemos una climatología que ayuda a ello”, concluye.