Varias entidades, encabezadas por las asociaciones Parque Vivo del Guadaíra y Bermejales Activa, han mostrado su “decepción” por el derribo del antiguo colegio Elcano y cuestionan la licencia concedida por la Gerencia de Urbanismo, que tachan de “irregular” para construir una residencia de estudiantes en el local, en un suelo calificado como educativo y con un incremento de la edificabilidad.
Según exponen las asociaciones, el pasado 3 de diciembre se inició el derribo del antiguo colegio público existente en la barriada Elcano para construir una residencia de estudiantes. Las asociaciones Parque Vivo del Guadaíra y Bermejales Activa han mostrado su “decepción” por esta actuación, ya que recuerdan que desde el 2018 se han dirigido en varias ocasiones al Ayuntamiento, incluyendo el respaldo de más de mil firmas, ya que consideraban “este lugar, con el que el barrio está identificado por su carácter simbólico es idóneo por tamaño y ubicación para la ubicación del centro cívico del que carece el sector norte del Distrito Bellavista-La Palmera. El colegio, al igual que el resto del barrio, fue trazado por el reconocido arquitecto racionalista José Galnares Sagastizabal, y aunque no tenía un gran valor, si constituía uno de los elementos más singulares del barrio por su carga simbólica”, exponen.
El antiguo colegio Elcano fue construido por la Empresa Nacional Elcano para la instrucción de los hijos de los trabajadores de los astilleros sevillanos, estuvo en servicio entre 1954 hasta 1998 cuando fue vendido por una cantidad irrisoria a una orden religiosa que pretendía dedicarlo a la formación ocupacional. Durante mucho tiempo ha estado vacío y en venta, por lo que una operación de permuta o compra por el Ayuntamiento hubiese sido perfectamente factible, y hubiese además supuesto un revulsivo para un barrio envejecido que carece de dotaciones públicas, argumentan
“Sin embargo, el Ayuntamiento no ha tenido en cuenta esta demanda social y ha autorizado un proyecto de dudosa legalidad pues permite un uso, el residencial, en un suelo clasificado como educativo”, cuestionan las entidades. Además, por las noticias publicadas en prensa, el proyecto de residencia universitaria “contempla un notable aumento de la edificabilidad en un barrio de ciudad jardín caracterizado por la presencia de viviendas unifamiliares de una sola planta, donde solo está permitida la ampliación a una segunda”, añaden.
“Es por ello por lo que las asociaciones se van a dirigir por escrito a la Gerencia de Urbanismo para que aclaren las condiciones de edificabilidad de este controvertido proyecto, ejemplo de urbanismo a la carta en el que parece que se ha optado por favorecer a una promoción privada frente al interés público, y en el que ha quedado de forma manifiesta el poco aprecio del Ayuntamiento por el patrimonio, por el urbanismo sostenible y por la participación ciudadana”, concluyen.