Prácticamente sin opciones de poder ascender, el Deportivo se encuentra en el peor momento de su historia, ante la amenaza, incluso, de bajar más peldaños en el fútbol español.
Es el hundimiento de un equipo que puede presumir de seis títulos nacionales, de ser uno de los nueve campeones de Liga y de cinco participaciones en la 'Champions'. El verano pasado, el centenario conjunto gallego salió del fútbol profesional por primera vez en casi 40 años y después de dos descensos en tres años.
Su última pérdida de categoría fue, además, polémica por no haber podido disputar la última jornada del curso en horario unificado por los positivos en Covid-19 de su rival, el Fuenlabrada.
En Segunda B partió con el objetivo claro y obligatorio del ascenso en una temporada atípica, en plena reconstrucción de las categorías no profesionales del fútbol español, en el peor año para haber bajado.
La próxima temporada la actual Segunda B será la Primera Federación, en la que tendrán plaza fija los tres primeros de cada uno de los diez subgrupos de la actual categoría de bronce, que son los que, además, podrán optar al ascenso en la segunda fase del campeonato.
En cambio, el cuarto, quinto y sexto clasificados se jugarán en la siguiente etapa de la temporada quedarse en la Primera Federación o descender a Segunda (equivalente a la actual Tercera) y del séptimo al décimo pelearán por no bajar otra categoría, es decir, a la actual Preferente, que sería la quinta división.
El Deportivo, matemáticamente, está a tiempo de todo en tres jornadas por la igualdad que hay en la tabla, aunque el ascenso parece ya misión imposible, quedarse en la Primera Federación se presenta como el objetivo mínimo y siente la amenaza de un destino todavía peor, ya que podía acabar, incluso, entre el séptimo y el décimo.
Los blanquiazules llevan veinte puntos en quince partidos, con un balance de cinco victorias, empates y derrotas, ocho goles a favor y diez en contra. Cambiaron de entrenador a principios de enero, pero tras la destitución de Fernando Vázquez, su trayectoria, lejos de mejorar, se ha agravado y de estar en posiciones de ascenso ha pasado a complicarse mucho la vida.
De la Barrera solo ha conseguido una victoria en seis partidos, cinco puntos de dieciocho posibles, y un único tanto a favor, el que le dio el triunfo ante el Guijuelo, colista del subgrupo A del grupo I de Segunda B.
Al cambio deportivo se suma el institucional, con nuevo Consejo de Administración desde hace un par de semanas, una directiva que ha impuesto el máximo accionista, la entidad financiera Abanca y que todavía no se ha presentado ante los medios de comunicación. Todo ese cóctel le ha llevado a protagonizar el peor momento de su centenaria historia.
