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Sevilla

El acusado del crimen de un ciudadano chino en Carmona alega un "pelotazo" de drogas

El acusado ha asegurado en el juicio con jurado popular que lo ocurrido fue "un acto reflejo" de "defensa" al ser atacado supuestamente con unas tijeras

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  • Juicio por el crimen de un vecino chino de Carmona. -

Alfonso García Rodríguez, el vecino de Carmona acusado de asesinar en mayo de 2018 al ciudadano de origen chino Jian Lin Wan tras robar en el establecimiento comercial de su propiedad, ha alegado este miércoles durante el juicio con jurado popular celebrado en su contra en la Audiencia de Sevilla, que aquel día había experimentado un "pelotazo en la cabeza" por el consumo de una mezcla de cocaína y heroína tras haber consumido además numerosas dosis de la primera sustancia; asegurando no obstante que no está "loco" y sabía "perfectamente lo que hacía". En ese sentido, ha encuadrado los hechos en un "acto reflejo" de "defensa" al ser supuestamente atacado con el lanzamiento de unas tijeras a su pecho.

La Audiencia de Sevilla ha acogido así este miércoles la primera sesión del juicio con jurado popular promovido contra este hombre, para el cual la Fiscalía reclama un total de 28 años de cárcel por presuntos delitos de asesinato, robo con violencia en establecimiento abierto al público y atentado, con la agravante de reincidencia en el último caso, pues ya había sido condenado en firme por ese último tipo de delito.

Y es que según la Fiscalía, obre las 20,30 horas del 19 de mayo de 2018, el acusado habría robado dos botellas de alcohol de la tienda de Jian Lin Wan, saliendo de la misma para subir al coche que había estacionado a pocos metros, trayecto en el cual el comerciante le alcanzó en plena calle para reprocharle el robo. Frente a ello, el acusado habría asestado seis puñaladas en el cuello y la cabeza de la víctima con un cuchillo que llevaba oculto, huyendo de allí tras causar tales heridas mortales a Jian Lin Wan.

Tras ello, el encartado se habría atrincherado en su vivienda, donde ya de madrugada, al verse acorralado por la Guardia Civil, habría arrojado desde el rellano de la escalera una botella de vidrio llena de gasolina y provista de una mecha en llama, la cual pudo ser esquivada por los agentes, no llegando a combustionar dicho artefacto.

A la hora de comparecer, el acusado se ha negado a responder a las preguntas de la Fiscalía y de la acusación particular, ejercida por la familia de la víctima, explicando ante las preguntas de su abogado defensor que es "drogadicto" y llevaba casi "30 años" consumiendo sustancias estupefacientes, así como que a los 24 años de edad había comenzado a tomar un tratamiento farmacológico por los trastornos mentales que sufría y que durante los años que había pasado en la cárcel hasta su salida pocos meses antes del crimen, había estado conviviendo con "presos muy peligrosos". Según ha esgrimido, había pedido varias veces "ayuda" psiquiátrica ante varias instancias.

CONSUMO DE DROGAS

En ese contexto, Alfonso García Rodríguez ha relatado que aquella jornada de la feria de dicha localidad había consumido cocaína en varias ocasiones y se había emborrachado, tomando por ejemplo "seis copas de anís", mencionando a continuación que experimentó "un pelotazo en la cabeza" al consumir además una mezcla de cocaína y heroína a la que no estaba acostumbrado, antes de dirigirse a la feria con su familia.

No obstante, frente a la idea de que pudiese estar "loco", ha asegurado que sabía "perfectamente lo que hacía", narrando cómo junto a su familia circulaba en coche para acudir a la feria de Carmona, cuando detuvo el vehículo en las inmediaciones de la tienda de la víctima, para comprar una litrona y una botella de Anís. En ese sentido, ha negado que robase dichas botellas, alegando que dijo al comerciante que apuntase el cargo de los productos a su cuenta, práctica que según ha asegurado hacía con frecuencia en dicha tienda sin encontrar "problemas" porque después abonaba el dinero adeudado.

El acusado ha explicado que salió de la tienda portando las botellas de alcohol, precisando que aquellos días había "personas con pistola" en su búsqueda porque tenía una deuda por "cien gramos de droga", marco en el cual ha explicado que mientras se dirigía hacia el coche en el que le esperaban sus familiares, escuchó pasos a su espalda y un crujido, girándose y encontrándose, según su testimonio, que le habrían lanzado "una tijera al corazón". "Mi vida estaba en peligro", ha enfatizado, señalando que su actuación fue "un acto reflejo" en un intento de "defensa" ante el ataque que según asegura había sufrido.

"ERA PERFECTAMENTE CONSCIENTE DE LO QUE HACÍA"

Dado el caso, Alfonso García Rodríguez ha negado ser "un asesino", toda vez que el abogado de la acusación particular ha avisado de que en la escena del crimen no fueron encontradas las tijeras aludidas y que el acusado perpetró un asesinato "con alevosía", lanzando las puñaladas a partes vitales del cuerpo de la víctima. "Quería matar y lo hizo", ha dicho el letrado, invocando los testimonios de "testigos imparciales que estaban allí". De esta manera, el abogado de la acusación particular ha asegurado que el acusado "era perfectamente consciente de que estaba haciendo y perpetró contra el comerciante "un ataque con alevosía y sorpresivo" destinado a "asesinar" a la víctima.

Además, el citado abogado ha agregado que el hecho de que el individuo se "hiciese fuerte" en su casa e hiciese frente a la Guardia Civil, arrojando a los agentes "un artefacto incendiario", prueba que "quería huir de la acción de la Justicia", mientras el acusado niega que hiciese frente a los agentes o que usase un "cóctel molotov" en contra de los mismos.

De cualquier modo, el juicio continuará este jueves y este viernes con la declaración de los diferentes testigos y ya el próximo lunes prestarán declaración peritos relacionados con la investigación del caso.

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