Los negociadores volvieron a reunirse con los secuestradores, dirigidos por Ondo Perez, un antiguo miembro de milicias gubernamentales, quien organizó una banda que es buscada por varios robos y asesinatos en la provincia de Agusan del Sur, en la isla de Mindano.
Los rehenes, algunos de ellos familiares o amigos de los captores, se encuentran bien, reciben alimentos, agua y duermen en tres chozas vigilados por una veintena de hombres armados.
Las autoridades ordenaron el despliegue de 400 efectivos del Ejército y la Policía en la zona donde están atrincherados los secuestradores.
Ferdinand Tata Perez, portavoz de la gobernadora de Agusan del Sur, María Valentina Plaza, fue designado como el enlace con los pistoleros.