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Alcalá la Real

Más de 300 personas piden “igualdad real” en la manifestación del 8M

El fin de la discriminación, la erradicación de la violencia machista o la igualdad salarial, algunas de las demandas expuestas en esta histórica marcha

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  • Salida de la manifestación. -

No era el día más propicio meteorológicamente hablando, pero había buenas razones para desafiar la lluvia y hacer algo distinto. Desde el Monolito por la Igualdad, situado en los Jardines Pablo de Rojas, en las proximidades de la Cuesta de la Magdalena, partía en torno a las doce del mediodía de este jueves, 8 de marzo, la manifestación feminista que, bajo el lema “Exigimos la igualdad real”, concluyó en la Plaza del Ayuntamiento, contando con la participación de más de 300 personas. Ante la casa consistorial se hacía lectura de un manifiesto que encierra la esencia de las demandas en esta histórica iniciativa. “En 2018 todavía hay mucho que reclamar: el fin de la discriminación, que se erradiquen las violencias machistas, que se alcance la igualdad salarial, la universalización de los cuidados…

Al grito de “ni una menos, vivas nos queremos” paramos, el año pasado, millones de mujeres de todo el mundo. Este año queremos llegar más lejos porque las mujeres participamos en todos los espacios de la vida, no solo en el trabajo asalariado sino también en el trabajo doméstico y los cuidados, queremos demostrar que si nosotras paramos se para todo, ni se produce ni se reproduce.    

Porque nos faltan todas las mujeres que han sido asesinadas por el hecho de serlo, así como sus hijos e hijas asesinadas para hacerles daño a las mujeres. Porque miles de mujeres sufrimos malos tratos por parte de nuestras parejas o exparejas que siguen creyéndose nuestros dueños. Porque nos violan los hombres que se creen dueños de nuestros cuerpos y nos anulan como personas fruto de una sociedad patriarcal que no nos protege y no les responsabiliza.    


Las violencias machistas nos impiden el simple hecho de caminar por las calles sin miedo. Por eso gritamos BASTA a todas las violencias que sufrimos en todos los ámbitos y espacios de nuestras vidas.    

Para nosotras es fundamental conseguir ser dueñas de nuestros cuerpos, nuestros deseos, nuestras decisiones que nuestros derechos sexuales y derechos reproductivos estén reconocidos y sean efectivos para Todas las mujeres, independientemente de la edad, condición, nuestra identidad sexual y de género.    

No queremos que por motivos de guerra, causas económicas, sociales, medio ambientales, explotación, violencia sexual, trata y abusos de todo tipo, mujeres, niñas y niños tengan que dejar su tierra.    

Una abrumadora mayoría de las mujeres trabaja en la economía informal y se concentran en empleos mal remunerados y con menos cualificaciones, con poca o ninguna protección social.  Somos principalmente las mujeres las que realizamos los trabajos domésticos y de cuidados, imprescindibles para la reproducción social de la vida, en condiciones de precariedad creciente, asumiendo recortes en salud, servicios sociales, educación y dependencia”.

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